Cerca de 60 mil personas mueren de sobredosis cada año en EU, por haber ingerido accidentalmente fármacos y opiáceos.

Una plaga moderna que la mayoría de sus víctimas siempre son niños y recién nacidos.

El último caso lo narra el New York Times, se llamab Penny Mae Cormani, tenía solo un año, vivía en Utah en una familia de mormones y ha muerto por haber ingerido heroína. Son siempre más, según fuentes de la policía, los niños encontrados en estado de inconsciencia o sin vida por ingerir pastillas para adultos.

Este fenómeno que preocupa a Trump que el pasado agosto ha anunciado de querer declarar la crisis de los opioides “una emergencia nacional”,

Las farmacias de Utah  hacen 7200 prescripciones de opioides al día, un número muy elevado si se considera que en el estado viven cerca de 3 millones de personas.

Para los doctores, el problema de los estadounidenses es la excesiva dependencia de analgésicos.

La mayor parte de las intoxicaciones son legales, de hecho sustancias como: buprenorfina, metadona, hidrocodona y oxicodona, todas implicadas en la composición de analgésicos.

Y esta ha sido la causa indirecta de la muerte de Penny, por lo que su mamá, Cassandra Leydsman pasará 36 meses de cárcel.

La dependencia de Cassandra por los analgésicos inició hace más de 10 años, después de un accidente automovilístico. Un doctor le prescribió OxyContin, un fármaco analgésico que contiene oxicodona.

Desde entonces, la mujer ha desarrollado una adicción real, que la llevó a la herína que Penny ha encontrado accidentalmente en el suelo.

“Los niños no ingieren fármacos por elección, sino porque las píldoras están en todas partes” declara el Dr Plumb.

Con información de AGI