Un juego sin puntos, hasta que quedaban un poco más de tres minutos en el segundo cuarto y que se convirtió en un tiroteo el resto del camino, con Brady terminando 32 de 48 para 354 yardas, con tres touchdowns y una intercepción. Al igual que en su primer Super Bowl, se requirió una gran serie ofensiva en el último minuto para conseguir el trofeo Lombardi.

La actuación más reciente de Brady está entre sus mejores, ya que se fue 32 de 42 para 384 yardas, con tres touchdowns y sin intercepciones. Chris Hogan (9 recepciones, 180 yardas, 2 TDs) y Julian Edelman (8 recepciones, 118 yardas, 1 TD) fueron los principales blancos de Brady.

Brady terminó 33 de 50 para 367 yardas, con tres touchdowns y una intercepción, liderando un furioso regreso en la segunda mitad de 14 puntos. Brady agregó una carrera de touchdown de 4 yardas que coronó azotando el ovoide en una manera épica.

La intercepción de Malcolm Butler selló la victoria, pero Brady estuvo en plan grande durante el último cuarto para ayudar a los Patriots a recuperarse de una diferencia de 10 puntos. Él terminó 37 de 50 para 328 yardas, con cuatro touchdowns y dos intercepciones, para terminar ganando el premio al Jugador Más Valioso.

Desde una perspectiva de estadísticas, este juego está más cerca de la parte inferior de la lista (16 de 27 para 145 yardas, 1 TD, 0 INT), pero obtiene puntos por el momento clave en el que lo realizó. Mientras que todo parecía que los Patriots debían arrollidarse y jugar tiempo extra, Brady —en su primera temporada como titular dentro de la NFL— ayudó a llevar a Nueva Inglaterra al gol de campo ganador en la última jugada.