40 años del fallecimiento de Alfred Hitchcock, el genio del cine de suspenso

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40 años del fallecimiento de Alfred Hitchcock, el genio del cine de suspenso

El gran genio del cine de suspenso Alfred Hitchcoc quien falleció el 29 de abril de 1980, Fue un director de cine al que se le considera pionero en las técnicas cinematográficas de los géneros del suspenso y el thriller psicológico.

En el 40º aniversario del fallecimiento de Alfred Hitchcock, muchos son los homenajes, tanto en versión escrita como en formato de ·maratón televisivo·, que ensalzan y recuerdan la siempre reconocible figura del cineasta británico.

Como aquel fisgón James Stewart que observaba a sus vecinos a través de su teleobjetivo en "Rear window", el confinamiento convirtió nuestros días en la versión 2.0 de este clásico de Alfred Hitchcock al que, con esta particular coincidencia, se rinde homenaje en el 40 aniversario de su fallecimiento

Escayolado e inmovilizado en una silla de ruedas como consecuencia de un accidente laboral, la mirada de aquel curioso fotógrafo al que James Stewart daba vida en "Rear window" (1954) adquiere hoy tintes de realidad ante la particular situación de cuarentena a la que en estos días hacemos frente.

Alfred Hitchcock (Londres 1899-Los Ángeles 1980) era el genio del suspense, sí. Pero ¿quién dice que no era también un visionario? Los ojos azules de Stewart, metido en la piel de un aventurero reportero gráfico, se mueven con desenfreno detrás de la lente de su cámara para captar todo lo que ocurre al otro lado de la ventana de su casa. ¿No es eso lo que, a ratos y de manera disimulada (o no tanto), hacemos todos ahora que nos vemos obligados a permanecer en nuestros hogares? "Rear window" fue uno de los grandes títulos del cineasta, una de aquellas películas que reunía (y reúne) todos los ingredientes del cine 'Hitchcockiano': el voyeurismo, el papel de la mujer, la particular relación hombre-mujer, los giros argumentales, el suspense y, cómo no, las pizcas de humor para cerrar una historia en la que el espectador, como Stewart, deseaba no parpadear para no perder detalle. 

Detalle es, sin lugar a dudas, uno de los términos que define la pulcra y cuidada cinematografía del genio Hitchcock, quien se acercó al mundo del cine gracias a su temprana afición a la pintura, logrando su primer trabajo como rotulista de películas mudas dentro de la sucursal londinense de la compañía americana de producción y distribución Famous Players-Lasky

Fue guionista, director artístico y ayudante de dirección antes de tomar las riendas de su primera película, que llegaría en 1925 con "The pleasure garden". En cambio, el éxito comenzaría dos años después con "The Lodger: A Story of the London Fog" (1927)  -con sugerente traducción en su título en español, "El enemigo de las rubias", que da pie, curiosamente, a su obsesión por las mujeres de pelo claro-. No obstante, sería "The man who knew too much" (1934) la película que llamó la atención de Hollywood quien, a través del productor David O. Selznick, vio en el londinense un diamante en bruto. 

Tanto éxito tuvo la versión original de este título que Hitchcock volvió a dirigirla, bajo el sello estadounidense, en 1956, contando además con dos estrellas del panorama hollywoodiense como James Stewart y Doris Day. Fue, sin embargo, "Rebecca" (1940), su primer filme americano, el que realmente abrió las puertas de Hollywood al cineasta londinense, con el que, tras lograr el Oscar a la mejor película, todos los actores deseaban trabajar. 

Pero Hitchcock, haciendo gala de su introversión y su carácter quisquilloso y ciertamente obsesivo fue muy selectivo a la hora de elegir el reparto de sus películas y vio en la belleza fría de las mujeres rubias su principal objeto de deseo. Grace Kelly, Tippi Hedren, Ingrid Bergman, Joane Fontaine, Doris Day, Vera Miles, Kim Novak o Janet Leigh fueron algunas de sus musas, aquellas que brillaron ante las cámaras pero no tuvieron la mejor experiencia de rodaje detrás de ellas. 

Mucho se habla del trato de Hitchcock hacia sus, quizás mal llamadas, musas. Su mente retorcida, aquella que le permitía crear ese universo de suspense que comenzó a alzar el vuelo en los años 50 con "Strangers on a Train" (1951), "Dial M for Murder" (1954) "Vertigo" (1985) o "North by Northwest" (1959) y que se consolidó en los 60 con "Psycho" (1960), "The birds" (1963) o "Marnie" (1964), era excelente para crear guiones únicos y originales pero le jugaba malas pasadas en el trato con sus actrices. 

Cierto es, por otro lado, que resulta imposible desvincular el término 'suspenso' del cine de Hitchcock, sería absurdo intentar hacerlo. Sin embargo, es en torno a su figura donde se crea una seña de identidad única. 

Su magnífica técnica para crear suspense es parte del éxito, pero es su propia imagen, siempre presente en todas sus obras, la que convirtió al genio londinense en una estrella de cine. De ahí que los homenajes, comoocurrió a lo largo de este mes en el canal TCM con el maravilloso maratón "Hitchcosis", tanto de los aniversarios de su nacimiento como de su muerte, no dejen de sucederse y convertirse en días de culto para fans en todo el mundo. 

Pocos directores pueden, desgraciadamente, presumir de ser reconocidos físicamente por el público. Hitchcock, en gran medida gracias a su serie de televisión "Alfred Hitchcock Presents" (1955-1961), logró lo nunca antes visto: que el simple perfil o la sombra de un director fuera una seña de identidad. 

Con ello, Hitchcock consiguió lo que otros cineastas nunca pudieron imaginar, que tanto los cinéfilos más puristas como aquel espectador medio que busca entretenerse acudan a sus películas para disfrutar del séptimo arte. Ese era, es y será Alfred Hitchcock, una estrella de cine atemporal.

 

Hitchcock, un creador de tendencias que orquestó estilos de mujer

 

Grace Kelly, Joan Fontaine, Kim Novak o Tippi Hedren supieron encarnar diferentes estilos de mujer en las películas de Alfred Hitchcock, un director que cuidaba hasta el mínimo de detalle del vestuario de sus musas, que ha trascendido el tiempo manteniendo alguno de sus "looks" como máxima tendencia.

Quién no recuerda el vestido verde de Tippi Hedren en "Los pájaros" (The Birds). El estilo apocado y soso en el vestir de Joan Fontaine en "Rebeca" (Rebecca), el nombre con el que pasó a llamarse lo que hasta entonces era cárdigan de manga larga y botones, "rebeca" una prenda habitual en el vestuario de la película, o el maravilloso vestido de cóctel con el que Grace Kelly hacía su aparición en "La ventana indiscreta" (Rear Window)

Kim Novak discutió con Hitchcock hasta la saciedad la conveniencia del tono gris y el patrón del traje con el que encarnaba a "Madeleine" en "Vertigo", el director no cedió y la actriz reconoció, finalmente, que era el mejor modelo para encarnar a este frío personaje frente a "July", que Novak también interpretaba, de carácter más explosivo, como marcaba también su vestuario.

El director británico colaboró con grandes de la moda de la época como Balenciaga o Christian Dior, pero su mano derecha, aquella que entendía a la perfección lo que debían proyectar sus personajes femeninos con sus prendas, fue la diseñadora de vestuario Edith Head, una colaboración que comenzó con "Encadenados" (Notorius), protagonizada por Ingrid Bergman, y que se prolongó treinta años.

Fue Head la que convirtió a Grace Kelly en una mujer elegante en "Crimen perfecto" (Dial M for Murder) y en icono de estilo en "La ventana indiscreta" (Rear Window), con un vestuario propio del personaje que encarnaba, editora de una revista de moda. 

El corpiño negro de pico con la falda de gasa con flores bordadas, el conjunto con el que la actriz hace su aparición en escena, es toda una declaración de intenciones a la sofisticación, un diseño que en su día fue reproducido en revistas tanto como la blusa blanca atada al cuello, que dejaba la espalda y los brazos al descubierto, que combinaba con un traje verde.

El rodaje en la Costa Azul de "Atrapa a un ladrón" (To cacht a Thief) coronó a Grace Kelly como símbolo de la elegancia, gracias al vestuario que lucía como joven rica americana y que también confeccionó Edith Head

La enorme pamela que lucía para ir a la playa, con el cabello recogido en un pañuelo; el vaporoso vestido blanco con escote palabra de honor y, sobre todo, el diseño de noche de gasa en color azul y cuerpo drapeado consiguieron que la película reflejara el lujo y el atractivo de la costa francesa que el director pretendía. 

Tiempo después, Head reveló que Hitchcock utilizaba el color con sumo cuidado "tenía siempre presente que su uso nunca debería ser tan fuerte como para dominar la escena o la actriz"

La influencia de los diseños que Hitchcock ideó para los distintos estilos de mujer de sus películas trascendieron la pantalla no solo en su tiempo, sino muchos años después. 

La diseñadora venezolana Carolina Herrera presentó una colección para el otoño-invierno 2003 inspirada en las "heroínas" de las películas de Alfred Hitchcock.

Una colección en la que quería reflejar "no sólo el glamour y la sensualidad que desprendían, sino también la atmósfera que transmitían en sus películas", explicó la diseñadora en aquel momento. 

Una manera de conseguir que "las mujeres se sientan elegantes y glamurosas", señaló Herrera. 

Pero la diseñadora no ha sido la única que se ha inspirado en las películas del célebre director, y la firma Andres Sardá se inspiró en la colección otoño-invierno de 2011 en el cine clásico y de suspense de Alfred Hitchcock

La directora creativa de la firma, Nuria Sardá, señaló -en declaraciones a Efe- que el director supo crear un estilo "sensual, sofisticado y elegante", que dio mucha importancia a la lencería y que ha dejado una "profunda huella" tiempo después. Los personajes femeninos de "Vértigo", "Sabotaje" (Saboteur) y "Rebeca" (Rebecca) fueron los que guiaron los diseños de la colección, piezas que rebelaban su "fortaleza", "erotismo" y "sensualidad.

El creador británico Alexander McQueen rindió homenaje a los "Los Pájaros" en su colección primavera-verano de 2001, prendas que acompañó representando unas águilas disecadas a modo de tocado cayendo en picado sobre la cabeza de las modelos. 

El diseñador británico se sentía fascinado por las películas de Hitchcock, que confesó que veía de niño, y en la colección otoño/invierno 2005 volvió a homenajear a su cine y a la película "El hombre que sabía demasiado" (The Man Who Knew Too Much) con referencias a las siluetas y tejidos de esa película.

Una colección en la que presentó el bolso "Novak" que rendía tributo al nombre de la actriz protagonista de "Vértigo"

Diseños que incluso los creadores de Barbie han sabido cómo adaptar a la célebre muñeca.

Alfred Hitchcock: la magia del suspenso en diez títulos

 

El universo de Alfred Hitchcock es tan extenso como admirado y el aplauso tanto del público popular como de los defensores del cine de culto dan cuenta de la unicidad de la cinematografía de un director que logró impregnar sus obras de un indiscutible carácter atemporal y multidisciplinar.

No hay título que no destaque dentro de la cinematografía de Hitchcock, el maestro del suspenso y un referente entre los años 40 y 60. No obstante, diez son las películas que, por amalgamar a la perfección los ingredientes de una película hitchcockiana, forman parte de este particular homenaje al director londinense en el 40º aniversario de su muerte.

"THE MAN WHO KNEW TOO MUCH" (1934) y (1956)

 

Llamar a las puertas de Hollywood no es tarea sencilla y menos para un director europeo. Un sello muy marcado o una obra maestra deben acompañar a cualquier cineasta que quiera llamar la atención de la meca del cine y Hitchcock, obviamente, tenía los dos.

Una historia de espionaje, secuestros y, algo muy del cine hitchcockiano, personajes descontextualizados y víctimas de una confusión marcan la trama de una película inglesa que tuvo tanto éxito que el productor David O. Selznick le ofrecería a Hitchcock un contrato de exclusividad en Hollywood y éste, años después (1956), volvería a rodar la cinta, bajo sello estadounidense, con James Stewart y Doris Day como protagonistas.

"SUSPICION" (1941)

 

Un tren -elemento identificativo del cine de Hitchcock- sirve de escenario para el encuentro entre un aprovechado Johnnie Aysgarth (Cary Grant) que utiliza sus encantos para engatusar a la ingenua Lina McLaidlaw, interpretada por una magnífica Joan Fontaine -quien se llevaría el óscar a mejor actriz por este papel-.

Una historia con tintes románticos que, como es habitual en Hitchcock, acaba diluida en el suspense y la sospecha por parte de la siempre bella protagonista de que su nuevo acompañante planea acabar con ella para beneficiarse de su herencia.

"SPELLBOUND" (1945)

 

El trauma de la Segunda Guerra Mundial provocó un gran interés en los años 40 por la psicología. Bajo esta premisa, "Spellbound" se convirtió en una de las primeras superproducciones que trató el psicoanálisis y la enfermedad mental a través de, una vez más, una complicada e intrigante relación entre una psiquiatra (Ingrid Bergman) y su nuevo jefe (Gregory Peck), del que se enamora y al que la amnesia le obliga a analizar sus sueños para determinar su papel en un asesinato.

"NOTORIOUS" (1946)

 

Aguda y efectiva en sus planos, "Notorious", protagonizada por Cary Grant, Ingrid Bergman y un maravilloso Claude Rains, muestra el poder de la imagen, por encima del de la palabra, y la destreza de un cineasta que sabe lo que hace detrás de la cámara para conseguir que el elemento visual cuente y lo haga de manera contundente.

Una obra de arte sin precedentes que logra combinar de manera sublime una idílica pero complicada historia de amor con la oscuridad y el turbio contexto del espionaje nazi

"UNDER CAPRICORN" (1949)

 

Con ciertos ecos de la siempre identificable "Rebecca" (1940), una convulsa y prohibida relación amorosa sienta las bases de un drama reposado en el que Hitchcock encuentra placer en las tomas largas, a las cuales saca partido para abordar la historia de Charles Adare (Michael Wilding), que vuelve a Australia para descubrir que su amor de la infancia, Lady Harrietta (Ingrid Bergman), se ha convertido en una alcohólica y esconde, como suele ser habitual en el cine hitchcockiano, oscuros secretos.

"DIAL M FOR MURDER" (1954)

 

Si alguien se pregunta cómo se manejan los tiempos de una narración, además de ver a Christopher Nolan, no tiene más que acudir a "Dial M for murder" y tomar nota de cómo el cineasta británico ralla la excelencia a nivel técnico para contar la historia de un calculado crimen que llega a ser perfecto, no en el resultado sino en el efecto sobre el espectador.

"VERTIGO" (1958)

 

La psicología vuelve a la pantalla a través uno de los más grandes títulos del universo Hitchcock, "Vertigo", considerada como una de las mejores películas de la historia del cine. La manera que tiene de absorber al espectador, incluso desde los títulos de créditos, crea un precedente sin igual que da valor a la definición de 'genio del suspense'.

Hipnótica y cargada de simbolismo, la cinta, que cuenta la historia del atormentado detective Scottie Fergusson (James Stewart) -que sufre de vértigo-, vuelve a jugar con el amor prohibido y a ahondar en la psicología de los personajes para crear un universo oscuro y lleno de suspense que llega incluso a generar 'vértigo' en sus espectadores.

"NORTH BY NORTHWEST" (1959)

 

El entretenimiento más puro hecho película. "North by Northwest", interpretada por Cary Grant y Eva Marie Saint, vuelve a tirar de la confusión, el malentendido y, por qué no, las risas y un ritmo frenético para crear una emocionante obra de suspense que marcó la transición de la década de los 50 a los 60.

"PSYCHO" (1960)

 

Poca gente habrá que no reconozca este título o que no recuerde la famosa escena de la ducha con Janet Leigh, que ya forma parte de la historia del cine.

Sin embargo, más allá de terror que genera "Psycho", lo admirable de esta cinta es la habilidad de mezclar el horror de un inquietante personaje como Norman Bates (Anthony Perkins) con el chispeante entretenimiento de una historia con uno de los giros argumentales más audaces que el cine ha dado.

"THE BIRDS" (1963)

 

Surrealismo, una rubia con traje verde (Tippi Hedren) y un turbador grupo de aves son los ingredientes para crear un filme cuya simpleza y sensación de terror se consigue gracias a una extraña premisa y a la utilización del ·fuera de campo·.

El secreto, como en muchas obras de Hitchcock, reside en aquello que no se ve en pantalla, aquello que bulle (como el resonar del aleteo de los pájaros) fuera de plano y provoca una sensación tan angustiosa como placentera en el espectador. Así es el mundo de Hitchcock, extraño, absorbente y visualmente placentero.