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4 razones por las cuales no debes tratar a tu mascota como un bebé
Cada vez es más frecuente ver personas que prestan mayor atención y profesan más amor por sus mascotas, esta señal es buena porque a la par disminuye el maltrato animal. Y nuestras sociedades se están volviendo, poco a poco, más consideradas hacia los desvalidos y vulnerables.
¡Pero a los seres humanos nos gusta complicarnos las cosas! Y lo que es normal y natural lo volvemos complicado cuando nos vamos a los extremos: el cariño desmedido por las mascotas ha creado a los ahora conocidos como “perrhijos” y “gathijos”, que han tomado un lugar muy importante dentro de muchos hogares. Por cuidar y amar a sus mascotas se olvidan de los seres humanos.
Antes de continuar, quiero aclarar que este artículo no pretende juzgar a quienes gustan de tener mascotas y consentirlas; no, no se trata de eso. Cualquiera puede amar a su mascota tanto como quiera siempre y cuando ese amor no le haga daño, ¿cierto?
A continuación te presento algunas razones por las cuales no debes tratar a tu mascota, gato o perro como un bebé. Recuerda: es por el bien de tu mascota.
1. Los golpes no son disciplina
Las mascotas, como los niños, necesitan disciplina. Y la disciplina no son golpes. Hablando específicamente de perros, éstos necesitan adiestramiento. El entrenamiento de tu cachorro lo ayudará a convertirse en un perro adulto sano y feliz, y de seguro no tendrás necesidad de castigarlo.
Un perro y un gato deben saber dónde hacer sus necesidades. Debemos respetar sus horarios de comida y su lugar en la casa. Con un perro es necesario cuidar su dieta y sacarlo a correr o jugar. Engordarlo con premios y dulces o alimentos que no debe consumir, sencillamente, no es amarlo.
2. Reglas también para las mascotas
Una mascota debe tener reglas y nosotros debemos ser respetuosos con ella. Cuando tenemos un cachorro en casa, es común que los niños, inclusive los adultos, lo traigamos en brazos constantemente y esto es inapropiado, pues sin saberlo lastimamos su columna vertebral, dañamos sus intestinos y evitamos que desarrolle sus capacidades naturales.
3. Instinto animal
Los perros deben relacionarse con otros perros en el parque, olerse, rascar, corretear y hacer lo que un perro debe hacer. Limitar su olfato o sus movimientos porque lo vestimos “como niño” es dañar su naturaleza.
Ama a tu perro permitiéndole ser ¡un perro feliz!
4. Los animales no remplazan a nadie
Los animales, y en particular nuestras queridas mascotas, son muy valiosos en nuestras vidas, se vuelven parte de la familia, por eso duele, y hay quien llora, cuando por algún motivo mueren. Pero hay que ser muy claros y nunca perder la perspectiva: los perros y gatos son animales y nunca, pero nunca reemplazarán a las personas.
Una mascota nos ayuda a sobrellevar nuestra soledad y las etapas difíciles de la vida. Es nuestra compañera a la hora de hacer ejercicio, de divertirnos y de dar afecto, pero son animales y su vida, por mucho que la valoremos, nunca será más importante que la de un ser humano.
Nuestras carencias afectivas debemos aceptarlas, solucionarlas y salir adelante, y un perro o un gato pueden llegar a ser nuestros compañeros de viaje en esta vida. ¡Disfruta de su amor incondicional!