4 cosas que los hombres deben saber de sus esposas cuando se convierten en madres
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4 cosas que los hombres deben saber de sus esposas cuando se convierten en madres
Una de las grandes bendiciones que tienen las mujeres es el poder dar vida a otro ser humano; convertirse en madre no solo significa cuidar, proteger, cambiar pañales, preparar la comida, enseñar, sino es una gran responsabilidad que se lleva toda la vida.
La conexión que tiene la madre con los hijos es totalmente diferente a la que se da con el padre, puesto que ellos nacen del vientre de la mujer y nosotras tenemos la fortuna de crear un lazo espiritual incluso antes de que nazcan, algo que infortunadamente, los hombres nunca podrán experimentar ni entender.
A pesar de que el padre tenga un comportamiento amoroso, entregado y comprometido con sus hijos, la comunicación con la madre va más allá del entendimiento humano y de las obligaciones que conlleva criarlos.
La mayoría de las mujeres desean que su esposo logre comprender y experimentar esa comunicación inexplicable, pues muchas veces los hombres suelen crear conflictos por la manera en como una madre educa, cuida, protege y guía a sus hijos. Incluso, en algunas familias los padres son incapaces de reconocer el esfuerzo de la mujer, llamándola sobreprotectora y en ocasiones hasta la culpan a ella en caso de que los hijos cometan errores en la vida.
Cuando la mujer decide tener hijos cambia su vida por completo, la manera de ver la vida se llena de amor, ilusiones, miedos, angustias, preocupaciones y un sinfín de sentimientos y emociones tanto positivas como negativas.
Los esposos deberían saber que algunos comportamientos que tienen las madres no tienen el fin de mal educar a los hijos, pues no existe un manual de enseñanza para la crianza; ellos deberían saber que:
1. Si los hijos sufren, también lo siente la madre
No me refiero a que los padres no sufran por sus hijos, sin embargo, las madres tienen un sentido intuitivo más desarrollado. Es un amor verdadero, sincero y sin esperar nada a cambio, si los hijos se sienten tristes, tienen miedos, temores, inseguridad, la madre logra experimentar esos sentimientos al por mayor.
Muchas veces la imposibilidad de resolverles los problemas a los hijos crea sentimientos de culpabilidad, impotencia y fracaso. Así que los esposos no deberán sorprenderse cuando observen a su esposa llorar, preocupada y angustiada por desear que sus hijos sean felices. Ees un comportamiento normal e indescriptible!
2. Ser madre no es igual a ser esclava
Los hijos demandan todo el tiempo de una madre, a pesar que los tiempos y creencias han cambiado el erróneo rol que deben tener las mujeres al estar todo el tiempo al cuidado del hogar y los hijos, muchas de ellas tienen que salir a trabajar para ayudar con la estabilidad familiar. Sin embargo, en algunas ocasiones se incrementan las responsabilidades y obligaciones, desarrollando un desequilibrio emocional.
Los esposos deberían saber que la carga de responsabilidades tiene que estar equilibrada para tener una armonía familiar, que las mujeres antes de ser madres, también tienen sueños y metas que desean conquistar.
3. Llevar la contraria en las decisiones
En la mayoría de las familias siempre existirá el padre que tiene diferentes maneras de educar a los hijos y que contradicen las ideas de la mujer, creando enfrentamientos por defender cada uno sus creencias. Este desequilibrio genera una gran confusión a los hijos cuando los padres no están de acuerdo. Así que es importante que el esposo logre entender el pensamiento de la mujer, que escuche sus razones.
Muchas veces la madre actúa de manera sobre protectora con los hijos y no lo hace para mal educarlos, sino de prevenir cualquier peligro. Los esposos deberán recordar que las mujeres somos más sentimentales y menos racionales cuando se trata de tomar decisiones que involucren a los hijos.
4. Siempre los hijos serán pequeños para la madre
¡Déjalos crecer!, ¡No les trates de resolver sus problemas!, ¡No le llames a cada rato!, estas son frases típicas de algunos hombres, que no comprenden la conexión de una madre con los hijos.
Los hijos siempre serán vistos como pequeños incluso cuando ellos logren formar sus propias familias.
Los hombres y las mujeres somos diferentes, actuamos y entendemos las cosas de la vida con perspectivas distintas. Así que la crianza de los hijos deberá siempre ser equilibrada, los esposos deberán entender y reflexionar acerca de muchos comportamientos que tienen las madres antes de crear una revolución en su vida familiar.