Los disturbios que sacudieron la ciudad de Lille durante el día y la noche del miércoles dejaron un balance de unas 50 personas heridas y 36 hinchas detenidos, en otra ola de violencia ultra en la Eurocopa de fútbol de Francia, comunicaron las autoridades locales.

Según los datos ofrecidos en la madrugada de hoy por la Prefectura del Departamento Norte, dieciséis de los lesionados tuvieron que ser tratados en hospitales.

Lille fue escenario el miércoles del partido entre Rusia y Eslovaquia, lo que convirtió la ciudad del norte de Francia en un cóctel explosivo de fans radicales, ya que en la cercana Lens se enfrentan hoy Inglaterra y Gales.

Ultras rusos e ingleses protagonizaron violentos enfrentamientos el fin de semana en Marsella, en torno al duelo que sus equipos disputaron en la primera jornada del Grupo B en el estadio Velodrome.

Dados los precedentes, las autoridades francesas desplegaron más de 3.900 agentes de seguridad en la región norte para prevenir nuevos disturbios, además de prohibir el consumo de alcohol en determinados lugares.

Sin embargo, la ley seca fue escasamente respetada el miércoles por los hooligans. Durante el día, la policía usó gas lacrimógeno para dispersar a varios centenares de hinchas ingleses en Lille.

Agentes antidisturbios patrullaron las calles de la ciudad hasta bien entrada la noche, provocando repetidas estampidas y persecuciones en un juego del gato y el ratón con los ultras.

No hay todavía datos concretos sobre la nacionalidad de todos los detenidos y su relación con los altercados del miércoles.

Durante el partido, que terminó con victoria eslovaca por 2-1, no hubo violencia en el estadio, aunque los hinchas rusos prendieron una bengala. Tras el duelo, sin embargo, hubo reportes de algunos enfrentamientos en la calle.

Según una información previa de la Prefectura, seis de los arrestados durante el miércoles son radicales rusos que al parecer estuvieron implicados en los disturbios violentos del sábado en Marsella.

Además, agregó la autoridad, los agentes detuvieron el miércoles un tren procedente de Londres con destino a Calais y arrestaron a cinco viajeros por ebriedad.

Durante la tarde, la policía usó gas lacrimógeno en Lille para dispersar a varios centenares de hinchas ingleses que cantaban canciones antirrusas y lanzaban botellas de cerveza.

Lens se encuentra a apenas 40 kilómetros de Lille, una ciudad claramente más grande y con más capacidad hotelera, por lo que muchos aficionados se han concentrado en el lugar para asistir a los partidos del Grupo B.

En Marsella, además de los enfrentamientos en las calles, los hinchas rusos atacaron el sector inglés en el estadio, así que la Unión Europea de Fútbol Asociado (UEFA) advirtió el martes a la Federación Rusa que su selección sería expulsada inmediatamente del torneo continental si sus fans volvían a causar altercados en las gradas.

Un día después, la policía detuvo a 43 hinchas rusos en un autobús que se dirigía a Lille, lo que provocó una queja formal por parte del Gobierno ruso.

El Ministerio de Exteriores convocó el miércoles al embajador francés en Moscú, Jean-Maurice Ripert, para denunciar lo que consideró una acción de "carácter discriminatorio".

"Más sentimiento antirruso respecto a la participación de nuestra selección nacional en la Eurocopa de fútbol puede dañar sustancialmente las relaciones ruso-francesas", advirtió el Ministerio.

El ministro de Deportes, Vitali Mutko, también defendió a los aficionados rusos. Unos 12.000 asistieron a la derrota de Rusia ante Eslovaquia en Lille.

"Nuestros fans están siendo provocados constantemente", dijo el dirigente, que no descartó que vuelvan a producirse disturbios con hinchas rusos involucrados.