Ahora que Netflix está como lunático apuntándose en cuanto proyecto le convenga y en los países más diversos, nos llegan de primera mano series realizadas con la calidad que prolifera en el sitio de streaming (al menos en cuestión de producción).

“3%”, realizada en Brasil con el sello Netflix, fue uno de mis mejores descubrimientos de este año, sobre todo después de chutarme “2091”, esta serie también de producción latinoamericana que cuestiona nuestros alcances en el género de la ciencia ficción. Pues “3%” me devolvió la fe. En términos reales y a pesar de las discusiones, para mí Brasil forma parte de Latinoamérica, pues la cultura que desarrollaron después de su independencia es muy similar a la de los países latinos. Así que esta serie de ciencia ficción –hablada en portugués, claro– confirma lo que yo les decía: para hacer sci-fi de calidad no se necesitan ostentaciones futuristas ni efectos especiales grandilocuentes, sino una historia que realmente conecte con los planteamientos filosóficos, morales y éticos del ser humano. Y para esto, menos es más, como nos lo deja ver “3%”, una historia que en un 80 por ciento ocurre en una locación a puerta cerrada.

Aquí no hay colonias espaciales ni extraterrestres; solamente un mundo destruido por nosotros mismos que ha generado una posibilidad de salvación: un oasis llamado “Mar Alto” al que solamente pueden acceder, cada año, el 3 por ciento de los jóvenes de veinte años que habitan en la decadencia. Para obtener el pase a este paraíso, los propios habitantes de “Mar Alto”, con su tecnología, reclutan durante varias semanas en un evento llamado “El Proceso”, a los aspirantes registrados, quienes deben ir avalando pruebas bastante interesantes para conseguir una preciada nueva identidad en un mundo perfecto, lejos de la miseria absoluta. 

Sin embargo, como es de esperarse en un universo de este tipo, hay quienes no están de acuerdo con la segregación tan evidente. La contraparte la encabeza “La Causa”, un movimiento disidente que plantea terminar con “El Proceso” infiltrando a jóvenes que están dispuestos a matar o morir en nombre de la igualdad.

Los protagonistas son seis jóvenes participantes, cada uno con sus propias motivaciones para llegar a Mar Alto, y por supuesto, el líder de “El Proceso”, un hombre que esconde varios secretos.

Pedro Aguilera es el creador de esta serie, cuya historia escribió él mismo, primero, para realizar una película para la televisión brasileña.

Más allá de la temática distópica propuesta, “3%” tiene una cualidad que la convierte, desde sus primeros minutos, en una serie que llama nuestra atención. Y es que hay un clic inmediato con los personajes y sus historias. El planteamiento moral, aunque no es nuevo (¿cuál lo es, en todo caso?), está diseñado con una elegancia latente. Vamos, no es burdo ni inmediato, sino que nos permite llegar a una conclusión después de reflexionar. Muy recomendable. 

Mi calificación: 80 de 100 Mi Twitter: @CalladitaR