2017 es el año con mayores pérdidas económicas por fenómenos meteorológicos
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2017 es el año con mayores pérdidas económicas por fenómenos meteorológicos
La Organización Meteorológica Mundial (OMM) afirmó que 2017 es el año con mayores pérdidas económicas por fenómenos meteorológicos y climáticos extremos del que se tenga registro.
En su "Declaración sobre el estado del clima mundial en 2017", publicado este jueves en vísperas del Día Meteorológico Mundial, destaca los "efectos devastadores" que las condiciones meteorológicas extremas causaron el año pasado en el desarrollo económico, la seguridad alimentaria, la salud y las migraciones.
De acuerdo con la aseguradora Munich Re, las pérdidas en 2017 por desastres provocados por fenómenos meteorológicos ascienden a 320 mil millones de dólares, lo que supone la mayor cuantía anual jamás registrada.
La Declaración de la OMM confirma también que 2017 fue uno de los tres años más cálidos de los que se tienen datos y el más caluroso sin que haya existido influencia del fenómeno de El Niño.
El análisis examina otros indicadores a largo plazo del cambio climático, como las crecientes concentraciones de dióxido de carbono (CO2), el aumento del nivel del mar, la reducción de los hielos marinos, el calor oceánico y la acidificación del océano.
Según la agencia de la ONU especializada en el tiempo, el clima y el agua, el año pasado se registraron temperaturas medias mundiales de 1.1ºC por encima de los niveles preindustriales.
La temperatura media mundial del período comprendido entre 2013 y 2017 es la media quinquenal más elevada jamás registrada. Los nueve años más cálidos de la serie histórica se han dado a partir de 2005 y los cinco más cálidos de todos ellos a partir de 2010.
“En el comienzo de 2018 se mantiene la tendencia de 2017: las condiciones meteorológicas extremas continúan cobrándose vidas y destruyendo medios de subsistencia", apuntó el secretario general de la OMM, Petteri Taalas.
En el Ártico -resumió- se observaron temperaturas excepcionalmente altas, mientras que las zonas densamente pobladas del Hemisferio Norte se vieron afectadas por fríos de especial crudeza y tormentas de invierno devastadoras.
Australia y Argentina padecieron olas de calor extremas, la sequía siguió azotando a Kenia y Somalia, y Ciudad del Cabo (Sudáfrica) se enfrentó a una gran escasez de agua, agregó.
La temporada de huracanes del Atlántico Norte, impulsada por las temperaturas cálidas de la superficie del mar, fue la más costosa de la historia de Estados Unidos y destruyó décadas de logros en materia de desarrollo en pequeñas islas del Caribe, como República Dominica.
Según los cálculos de los centros nacionales de información ambiental, las pérdidas en Estados Unidos causadas por los huracanes Harvey, Irma y María ascendieron a 265 mil millones de dólares.
El Banco Mundial indica que los daños y pérdidas totales ocasionados por el huracán que azotó República Dominica alcanzan los mil 300 millones de dólares, el equivalente al 224 por ciento de su Producto Interno Bruto (PIB).
Los países más vulnerables se ven especialmente afectados por los impactos climáticos, como recoge un estudio reciente del Fondo Monetario Internacional (FMI), que advierte de que un aumento de 1ºC en la temperatura global podría reducir considerablemente las tasas de crecimiento económico en muchos países de bajos ingresos.