2017, el año de los jóvenes

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2017, el año de los jóvenes

En estas últimas semanas me he reunido con cientos de jóvenes de izquierda en diferentes estados de la República, hemos platicado, hemos debatido sobre la difícil situación que viven en sus entidades y de cómo, poco a poco, muchos de sus compañeros han perdido la confianza en todo aquello que huele a política.

En esos diálogos he señalado que los jóvenes de esta generación, también conocidos como millenials, son informados, incluso más que sus antecesores. Sin embargo, son también los menos participativos en la vida de los partidos políticos. Y mi pregunta para ellos fue directa: ¿por qué? La respuesta fue simple pero contundente: porque no creen en el sistema de partidos, el cual consideran contribuye a la problemática que vive la nación.

Es triste que aun cuando representan 37% de la votación nacional, hoy en día nuestros jóvenes no tienen orientación política definida y no participan en la vida democrática, es decir, no votan, porque suponen que no es necesario e incluso que no es una opción para mejorar las cosas.

Es comprensible la apatía que tienen por la política, el gobierno, las instituciones. Es entendible su baja participación en la toma de decisiones, en la planeación. Pero eso no justifica que permitan que las cosas sigan igual. Nada justifica el conformismo.

No podemos permitir que los jóvenes mexicanos pierdan su esencia contestataria, rebelde, activa. Deben de alzar la voz, decir lo que piensan y, en especial, actuar.

Estamos perdiendo lo más importante que tenemos en México: el factor humano y potencial de nuestros jóvenes. Con 34 millones de personas de entre 18 y 35 años, los millenials constituyen un motor esencial para el progreso, desarrollo, crecimiento y renovación del país.

¿Qué podemos hacer para que los jóvenes vuelvan a confiar en las fuerzas políticas como un medio para alcanzar sus objetivos?

Lo primero que tendríamos que hacer es reconocer la falta de sensibilidad y empatía ante los problemas y retos que enfrenta la juventud mexicana y, en consecuencia, la ausencia de políticas, programas y acciones dirigidas exclusivamente a este sector del país.

Por nuestra parte, los partidos políticos no sólo debemos pensar en elecciones y votos. Si queremos seguir vigentes, si queremos una revitalización de nuestra militancia, no debemos temerle al cambio generacional, porque así fue como muchos de nosotros en el PR tuvimos una oportunidad y crecimos.

El PRD ha sido el partido de las y los jóvenes. Nacimos de los diferentes movimientos sociales que surgieron en el país buscando una transformación y, entre estas voces, las más fuertes, las que más impulso y más compromiso social tuvieron, fueron las de millones de estudiantes.

Convocamos a los jóvenes a recobrar su fuerza, a no quedarse callados, a no conformarse, a organizarse y demandar derechos como educación de calidad a la cual todos tengan acceso, un trabajo digno y bien remunerado, espacios para vivir, apoyo a emprendedores y negocios, acceso a la tecnología y a la cultura, más foros de expresión, una vida libre de violencia y un alto a la delincuencia. En suma, resolver la problemática de su tiempo.

Desde este espacio les hago un llamado para que asuman su compromiso con el presente, con el futuro y con el país. Un país que es suyo y cuyo destino también dependerá de ustedes.

Que este año que viene la fuerza de los jóvenes se haga sentir en nuestro México. No hay mejor deseo para la nación que este 2017 sea el año de las y los jóvenes mexicanos.

Twitter: @Ale_BarralesM
www.alejandrabarrales.org.mx
Facebook: Alejandra Barrales