Los precios del petróleo siguen cayendo después de la reunión de la OPEP que concluyó, el viernes 4, con la resolución encabezada por Arabia Saudita, que acordó no modificar el techo de producción de los 12 países que integran el bloque petrolero. Se trató de una decisión dividida porque la caída del precio de crudo golpea las economías de países productores, mientras beneficia a los consumidores cuya factura energética desciende.

Pero el gran tema no es ese; la OPEP, encabezada por los países del Golfo, quiere mantener el control del mercado a través de la más elevada cuota de producción en el mundo, justo cuando los países fuera de la OPEP tienden a disminuir su producción. En esta materia, la amenaza principal para el bloque petrolero viene de EU que con el fracking está produciendo 4 millones de barriles diarios (mbd) y disminuyendo su dependencia energética. La OPEP mantuvo la determinación de no disminuir el techo de producción de 30 mbd, lo que significa que no habrá condiciones distintas hasta el mes de junio en que volverá a reunirse.

Conclusión: los precios del petróleo continuarán a la baja. No deja de ser paradójico que mientras caen los precios del petróleo el mercado mundial siga inundado de crudo más allá de sus requerimientos. Por ello la situación de los mercados se caracteriza por demanda débil frente a una producción elevada y nivel de reservas (de los países más desarrollados) muy elevado. ¿Y qué pasaría si una parte de las reservas entraran al mercado? Mejor ni pensarlo. Las presiones que deterioran el precio del crudo tienen que ver no sólo con el techo de producción de la OPEP, influyen también otros factores: el primero, el lento crecimiento de la economía mundial y en particular la disminución en la tasa de crecimiento de China, el país que más estaba aumentando su demanda de petróleo, el muy lento crecimiento en Europa y el medianamente lento crecimiento de la economía de EU. La caída de la factura energética ayuda a la recuperación económica.

Influye también en la caída del precio del petróleo, que el techo de producción fijado por la OPEP de 30 mbd está siendo rebasado, principalmente por Arabia Saudita.
Y a propósito de más petróleo en el mercado, durante la pasada reunión de la OPEP regresó al seno de la organización de productores Indonesia, país que produce cerca de 2 mbd y que deberá acomodar su producción en el techo fijado. Irán que es también un importante productor de crudo, (el segundo por sus reservas en el mundo), apura los plazos para el levantamiento de las sanciones que permitirá elevar sus exportaciones en más de un millón de barriles diarios en 2016.

El mercado negro del crudo ha crecido más que nunca antes con la venta de petróleo del Estado Islámico. ¿Quiénes lo compran? Se considera que de ahí proviene la mayor parte de los recursos económicos del Califato y aunque no hay una cantidad cierta ni tampoco conocimiento de fuentes fidedignas de quiénes lo adquieren, grandes compradores estarían jugando ahí una peligrosa carta. ¿Compañías petroleras con capacidad de distribución?

La pregunta obligada es ¿por qué los productores de la OPEP juegan contra sus propios intereses económicos con precios bajos?, ¿o apuestan por sus intereses de largo plazo? Muy poco los afectan los compromisos de reducción de gases de efecto invernadero, porque saben que las economías del mundo se mueven con petróleo.
Finalmente, la mayor paradoja: los países que son los mayores productores de petróleo y los mayores consumidores, en el Golfo Pérsico, se encuentran entre los que se verán más afectados por el cambio climático: incremento brutal de las temperaturas, sequía. Una larga ola de calor, que no bajaba de los 50 grados durante meses azotó este año a ciudades como Dubai, que sufre el calentamiento brutal, pero mantienen sus grandes edificios con aires acondicionados que trabajan 24 horas durante más de nueve meses al año. ¿Sostenible? Dicen que harán inversiones en energías limpias por cientos de miles de millones de dólares, con lo que reducirán sus emisiones de CO2. Dubai inició ya. Pero viven del petróleo que consumen todas las economías del planeta… y ellos mismos.