La semana que terminó fue muy agitada: una información difundida por el diario español El País y reproducida en medios nacionales y locales, como nota principal de primera plana, provocó un alud de declaraciones, réplicas y recontra réplicas.

Según la nota de marras, un personaje coahuilense detenido en España, mejor conocido en el mundo político, mediático y del hampa como el “Mono” Muñoz, es acusado por las autoridades españolas de ser el enlace de la organización criminal de los Zetas con la mafia europea.

Se supo, como resultado de intervenciones telefónicas por parte de los jenízaros españoles, que el “Mono Muñoz” platicó con una persona, quien al momento de la llamada telefónica se encontraba en otra parte del mundo, no se sabe dónde, pero las autoridades españolas –que como todos sabemos, son tan eficientes como la policía china- y los acuciosos reporteros de El País, suponen sea México.

Los reporteros de este periódico, tuvieron acceso al expediente judicial reservado, y publicaron una de tantas intervenciones telefónicas, en donde el interlocutor le dice al supremo “Mono” que un señor llamado Alejandro le pidió prestados diez mil pesos, porque “se le atoró el barco”.

Cita textual: “Según la conversación y la interpretación policial de la misma más la interpretación de la los redactores de El País, el político “le solicita un préstamo de 10 mil pesos [sic] para la reparación de su barco”-.

Resultado de diálogo, los policías y los reporteros dieron por sentado que el señor es poseedor de un barco y que con los 10 mil pesos prestados va a reparar su bergantín, fragata o lo que crean los españoles que tiene don Alejandro, para descubrir España tal vez o circunnavegar los mares del mundo, como hiciera antaño Fernando de Magallanes.

Don Alejandro, de súbito arrojado a la fama, desmintió las acuciosas investigaciones de los policías y la publicación de El País.
Como dice el periódico de marras, la policía española ha observado con lupa a este “Mono”, quien por su inteligencia debe ser sin duda el eslabón que nunca encontró Darwin para probar sus teorías. Sin duda la policía española –tan eficiente, repetimos, como la policía china- ya solicitó a la Interpol, al Almirantazgo inglés, a los marines norteamericanos destacados en todo el mundo y a las fuerzas navales de todos los países afiliados a la ONU, buscar por los siete mares el barco de don Alejandro.

Así de serias son las investigaciones de la policía y la prensa española (o al menos del periódico El País). Cuando anunciaron con bombo y platillo que habían detenido al profesor Moreira, éste salió de la cárcel después de unos días dejando a los panistas coahuilenses al borde del síncope cardíaco y a los hispanos –todos parecen gallegos, como en los chistes- con un palmo de narices.

Pasando a otro tema, este 2016 en China los orientales se rigen bajo el signo del Mono. Según los astrólogos chinos: “El Mono es un animal astuto, travieso, tramposo y atento. Si quieres que tu inversión rinda frutos, necesitas ser más astuto que el Mono… (El metal) también está relacionado con el viento. Esto implica que las cosas cambiarán rápido. Piénsalo dos veces antes de hacer cambios en tus finanzas, carrera, empleo y relaciones
personales...”

El 2017, cuando los coahuilenses vayamos a las urnas, según el horóscopo chino será el Año del Gallo, pues a ver cómo nos canta. “¿Quién será el gallo?”, se preguntan en estos momentos todos los busca chambas. (Traduzco, para que la policía española no se despiste, si es que está leyendo este artículo: “Quién es el bueno, el tapado, el favorito del góber, el señalado por las fuerzas vivas.)

Estaremos pendientes a ver quién traiciona (Jericó) o es traicionado (Riquelme), antes de que el gallo del moreirismo cante tres veces…

El Año del Gallo, para los chinos el 2017, representa más que al Gallo a la Gallina de Fuego. Aunque tratándose de predicciones, los mexicanos somos igual de buenos para predecir el futuro: no faltará quien piense que una mujer regirá nuestros destinos, léase Margarita Zavala a nivel nacional e Hilda Flores en el plano local. En todo caso, personalmente confío más en los astrólogos chinos que en los policías chinos. Los españoles, pobres, no tienen astrólogos ni policías. Muy apenas han logrado elegirse ayer un presidente (el profesor Moreira les habría rediseñado el Estado español, si lo conservan uno o dos años en la cárcel…)

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