200 años de vecindad

Usted está aquí

200 años de vecindad

¿Cómo han sido las relaciones de México y Estados Unidos en los últimos 200 años?

Las relaciones con el vecino país del norte han llevado varias aristas, dependiendo la situación histórica que ha vivido México desde su Independencia.

Han sido cordiales, de repente respetuosas, han sido bélicas, de intromisión; también han sido invasores, a veces metiches, han sido por conveniencia y la mayoría de las veces con intereses económicos y de dominio territorial y político.

Mientras la Nueva España llegaba a su fin con la Independencia de México en 1810, los Estados Unidos tenían escasamente 30 años de haber conseguido su propia Independencia de los ingleses.

La República de Texas se mantuvo de 1836 a 1845 como una entidad autónoma e independiente  tanto de México como de los Estados Unidos.

En estos dos siglos Estados Unidos ha invadido el territorio mexicano, a veces con fines de conquista y dominio y otras veces de intromisión, como cuando una tropa de soldados norteamericanos desembarcó en Veracruz en abril de 1914.

Ante la llegada de los norteamericanos al Puerto, algunas tropas huertistas y ex presidiarios de San Juan de Ulúa, liberados intencionalmente por Victoriano Huerta, dispararon contra éstos, generándose una batalla local que duró un par de días.

¿Cuál fue el principal motivo de que los gringos se apostaran en Veracruz? Detener al buque alemán El Ypiranga, para que no pudieran desembarcar el armamento que Victoriano Huerta había comprado en Europa para combatir a los revolucionarios como Carranza, Villa y Zapata.

Sin embargo, aún con el apoyo del Presidente Woodrow Wilson hacia Carranza, pues ambos desconocían a Huerta como Presidente de México, las armas sí llegaron a Huerta, pero demasiado tarde para confrontarse con los revolucionarios.

Aunque la intromisión de los gringos es a todas luces ilegal, este hecho de 1914 ayudó al derrocamiento de Huerta, pudiendo llegar Venustiano Carranza a la Presidencia de México.

La única invasión norteamericana con tintes de conquista que ha tenido México en su historia fue la de 1846-1848 y fueron más de 1 mil kilómetros -desde Texas, pasando por Monterrey, Nuevo León, donde se originó la Batalla de Monterrey- que recorrieron las tropas extranjeras.

En septiembre de 1847 llegaron al Castillo de Chapultepec donde libraron un sangriento enfrentamiento con los cadetes del Colegio Militar –hoy conocidos como Niños Héroes- y donde tomaron el Palacio Nacional, colocando los gringos –como muestra de triunfo y dominio- la bandera norteamericana en el Zócalo de la Ciudad de México.

Finalmente, en 1848, con el Tratado Guadalupe-Hidalgo, México pierde la mitad de su territorio y Texas se adhiere al territorio norteamericano.

Durante la Segunda Guerra Mundial, en 1942, Alemania hunde dos buques petroleros mexicanos, el Potrero del Llano y el Faja de Oro, en el Golfo de México, y este hecho hace que México no sólo le declare la guerra a Alemania, sino que participe, en alianza con los EU, en la Justa mundial.

La principal intervención de México, junto a los Estados Unidos en esta guerra, es a través de los pilotos aviadores del Escuadrón 201 y es cuando ambas naciones libran en 1945 un enfrentamiento contra los japoneses en las islas Formosa y Filipinas.

Como es sabido, EU gana la Segunda Guerra Mundial tras dejar caer en Hiroshima y Nagasaki las dos bombas nucleares, hecho que da fin a estas confrontaciones mundiales el 6 de agosto de 1945.

A partir de ese momento, el mundo entra en la Post Guerra y los Estados Unidos continua invadiendo y confrontándose con otros países. Inicia la Guerra Fría con Europa del Este, particularmente con Rusia, e ingresa en una guerra donde no tenía por qué intervenir: Vietnam.

En esta región de campesinos pobres, después de 11 años, Estados Unidos se retiró con la cola entre las patas y 52 mil jóvenes norteamericanos murieron. Se dice que una generación de norteamericanos se perdió en esta absurda e inútil confrontación.

Después de la Post Guerra, México entra en la segunda mitad del Siglo XX, levantándose de una Revolución y erigiéndose como una nación moderna, democrática y contemporánea.

Las relaciones de Estado Unidos con México tuvieron de todo en 200 años, pero a partir de hoy, cuando inicia la Era Trump, con las amenazas de la construcción de un muro entre nuestras fronteras y de reestructurar el Tratado de Libre Comercio, además de la posible deportación de miles de migrantes mexicanos ilegales en ese país, piensa uno ‘si así es el inicio, cómo será el final’.

Las relaciones comerciales, políticas, educativas, de migración-mano de obra y estrechas, como se tenían hasta ayer con los Estados Unidos, podrían venirse abajo y no levantarse, por lo menos, durante la presidencia de Donald Trump.

La ausencia de Peña Nieto en la Toma de Posesión de Donald Trump, generada por las declaraciones del republicano en referencia a que México costeará la construcción del muro –hecho que negó rotundamente el Mandatario Mexicano- marca cómo serán las relaciones con el vecino del norte, a partir de hoy.

¿Serán frías, discordantes, beligerantes, indiferentes, intromisorias? No lo sabemos aún. Pero la Historia nos dice que -aunque no nos guste- “si Estados Unidos estornuda, a México le da gripa”.