PARANÁ, Brasil.- La cruel muerte de una niña fue resuelto once años después, gracias a unas pruebas de ADN que dieron con su asesino.

En noviembre de 2008 fue encontrada una maleta con el cuerpo de Rachel Genofre, de apenas nueve años, en una estación de autobuses de Paraná, en Brasil. 

La menor llevaba días desaparecida, después de haber salido de la escuela.

Riad Braga Farhat, delegado general de la Policía Civil local, indicó que el descubrimiento del asesino de Rachel se tardó por problemas financieros que tenía el banco nacional de ADN.

“Ahora el gobierno federal […] ha reimplementado este programa y ha brindado un gran apoyo financiero para reanudar la actividad y proceder más rápido” señaló el delegado.

Los análisis indicaron como supuesto responsable de la muerte de Rachel a Carlos Eduardo dos Santos, de 54 años, quien se encuentra cumpliendo una condena de 22 años desde 2016.

Dos Santos posee un extenso historial criminal que incluye crímenes desde fraudes hasta abusos sexuales. 

Al estar ya en prisión, su ADN fue fácil de recolectar, ya que el banco de ADN de Brasil busca incrementar su material genético con el de personas condenadas por delitos graves.