Usted está aquí
"A 11 años del asesinato de Jorge y Javier, aún no llega la justicia”
TEXTO Y FOTOS: ARMANDO RÍOS
Hace más de 11 años que el norte del país empezó a teñirse de rojo tras una política pública mal implementada durante el sexenio del gobierno de Felipe Calderón llamada “Guerra contra el Narco”.
Decenas de personas morían en los enfrentamientos del día a día, y después de aquél suceso ocurrido el 19 de marzo del 2010 a las afueras del Tecnológico de Monterrey en la capital neolonesa, la pregunta que resonó fue: ¿han estado matando a inocentes haciéndolos pasar por culpables? ¿Realmente fueron abatimientos o asesinatos?
“Y siempre voy a repetirlo: no fue un error, no fue fuego cruzado. Los mataron. Jorge y Javier fueron asesinados a sangre fría, que me quedo corta diciendo “a sangre fría””, dice Rosa Elvia Mercado, la madre de Jorge Mercado, quien en todo este tiempo se ha enfrentado a las irregularidades, el tortuguismo y la falta de voluntad de las autoridades para resolver el caso.
En las primeras horas del 19 de marzo del 2010, un convoy de militares realizaba un patrullaje en las principales avenidas de Monterrey, cuando en la cercanía de la universidad privada fueron sorprendidos por un grupo de criminales en el cruce de Eugenio Garza Sada y Luis Elizondo; sin embargo, el ataque no logró ser repelido, y el grupo de la Secretaría de la Defensa se sometió a buscar culpables.
Una videocámara de la puerta del ITESM que se encontraba a la cercanía, fue una de las piezas más importantes para la investigación, pues demostraron que poco después del enfrentamiento, dos jóvenes pretendían salir del campus, pero fueron agredidos por los cuerpos militares que pretendían inculparlos de ser criminales.
EL PERFIL DE LAS VÍCTIMAS
Esos dos jóvenes eran Jorge Antonio y Javier Francisco Arredondo de 23 y 24 años de edad. Ambos jóvenes, habían migrado a la ciudad de Monterrey después de concluir su ingeniería en el Tecnológico de Saltillo, tras haber sido aceptados con importantes becas para empezar una maestría, al ser considerados los mejores promedios de su generación en la capital de Coahuila.
Sin embargo, después de las primeras horas, ni las autoridades, ni la institución de educación privada más prestigiosa de Monterrey, reconocieron que las personas que habían sido asesinadas eran dos estudiantes de excelencia académica de su institución, y se asentaron sobre la versión que firmó el mando militar de aquél entonces, Cuauhtémoc Antúnez.
En esas declaraciones, las autoridades mencionaron que Jorge y Javier eran todo lo contrario a lo que habían forjado a lo largo de su vida. Se dijo: “Eran sicarios y venían armados hasta los dientes”. A lo largo de la investigación, sobre el caso, pero también con lo documentado por la prensa desde un inicio, se han encontrado pruebas de que los militares no solo alteraron el crimen, sino que sembraron armas y otros indicios para que pareciera que los jóvenes habían sido abatidos en un enfrentamiento contra el “narco”.
Horas después, sus padres los extrañaron. Ni Jorge ni Javier eran personas alejadas de su familia, eran dos jóvenes foráneos que habían empacado sus ilusiones en la maleta y con el apoyo de sus padres partirían a forjar un futuro prometedor.
Después de que las familias descubrieron lo ocurrido, y que sus hijos eran los supuestos sicarios a quienes habían abatido, la lucha comenzó, tanto por el honor de sus memorias, como por la justicia contra los culpables y hace dos años, las autoridades tuvieron que pedirles una disculpa.
Tanto la disculpa pública como la publicación del documental “Hasta los Dientes” de Alberto Arnaut, han funcionado para asentar el honor de los jóvenes estudiantes de excelencia académica. A raíz de esto, también muchos estudiantes más se han unido a la lucha, se han hecho poemas al respecto y publicaciones en libros de mujeres que han sufrido pérdidas de un hijo, y que siguen luchando en medio de un proceso de duelo.
“Esto ha ayudado a que la gente cambie su idea, y se siga recordando a Jorge y a Javier después de este tiempo”, dice Rosa Elvia.
EL LENTO AVANCE DE LA JUSTICIA
Pero la justicia en el panorama jurídico todavía no llega, aun y cuando han pasado 11 años del caso. 11 años, en los que Rosa Elvia Mercado asegura ha sido un peregrinar en las instituciones, y una serie de inconformidades con el proceso.
Una de las últimas, dice Rosa Mercado, fue que el mismo día de la disculpa pública, el 19 de marzo del 2019, una jueza aprobó a la defensa de los tres militares detenidos identificados como responsables, realizar una serie de diligencias, aun cuando en días previos se había determinado que en las siguientes semanas se daría el cierre de instrucción para empezar las vistas a la sentencia.
“Y en ese momento autorizaron pruebas que ya se habían hecho. Primero era redictaminar las armas de fuego aseguradas; las mismas armas. Otra fue realizar inspección judicial del lugar de los hechos, que hoy ya está modificado, y hubo una reconstrucción de hechos en el 2010; lo solicitaron 9 años después. Otra fue redictaminar los videos que están más que evidentes”, detalló Rosa Mercado.
Sobre estas mismas diligencias, la madre de Jorge dice que también llamaron a declarar nuevamente a 12 militares; algunos incluso que no estaban en la zona, por lo cual las familias se vuelven a llenar de dudas.
“Nos preguntamos por qué quieren alargar el tiempo, y eso pasó el mismo día que el Gobierno reconoce que fueron los militares. En ningún momento hemos dicho que no vamos a seguir, aunque sí nos hemos preguntado qué poder tienen ellos. Reconocemos que tienen derechos de apelar y hacer lo que necesiten, pero en este caso, tristemente pareciera que ellos tienen más derechos que nosotros. Sí nos preguntamos qué poder tienen o qué hay detrás de todo esto”, expresó.
Incluso, la madre de Jorge dice que en este proceso se han realizado diversas diligencias sin que sean notificados, o invitados. Y en la parte de la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas, también han sido revictimizados, pues al inicio les negaron tener un representante particular a la par que ellos. Además esta misma Comisión en algún momento les cambió al representante sin que se les informara, al igual que cuando un representante nuevo lo tomó y tampoco les fue avisado.
La publicación del documental de Arnaut donde participa el colectivo #TodosSomosJorgeyJavier y que se encuentra en la plataforma Netflix, logró ser un punto de reunión entre los familiares de los estudiantes y la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, quien empezó la organización de la disculpa pública junto con Alejandro Encinas, a quienes hasta hoy no han vuelto a ver.
NO CON LA 4T AVANZA EL CASO
“Teníamos la esperanza de este gobierno, porque empezó bien con la disculpa pública, ¿pero ahora qué? Pensábamos que se llegaría la sentencia, porque la Secretaria de Gobierno nos dijo que la justicia llegaría completa: es decir, disculpa pública y sentencia. ¿Por qué se detuvo? Nunca volvimos a hablar con ellos, nada, nada”, expresó.
Después de los sucesos de aquella noche, la Comisión Nacional de Derechos Humanos bajo la titularidad de Luis González Pérez, emitió la recomendación 45/2010 por el caso; sin embargo, la madre de Jorge dice, que este organismo se quedó ahí y no llegó a ningún punto. “No pasó nada”, dice.
El caso que se sigue ante la Fiscalía General de la República al ser una institución federal la señalada, ya pasó por tres titulares en el Poder Ejecutivo Federal; empezó con Calderón, siguió con Peña Nieto y ahora con López Obrador.
Y en octubre del año 2020, en medio de la pandemia, la madre de Jorge nuevamente pidió informes sobre los avances del caso, y no les dijeron nada nuevo. Las preguntas también fueron para avisar a la autoridad que no habría tregua ni cansancio cuando de pedir la justicia por Jorge y Javier se trate, si es eso a lo que las autoridades han apostado, como señala.
“Yo nunca me voy a cansar de pedir la justicia por mi hijo. Nunca. Sé que Dios va a hacer la justicia. Y quien piense que no estoy haciendo nada está muy equivocado. Si alguna autoridad es madre, nada más que piense que si a su hijo le pasara lo mismo que al mío, tampoco se cansaría de pedir justicia, porque para una madre, aunque mi hijo ya no esté, mi hijo está conmigo y seguiré siendo su madre toda la vida, y por eso toda la vida voy a pedir justicia por él”, expresó.
EN QUÉ VA EL PROCESO
Al día de hoy tres militares se encuentran esperando un proceso bajo una averiguación previa sin sentencia, otros tres se encuentran prófugos, y se dice, que estas personas ahora trabajan con el crimen organizado.
En ese sentido, la madre de Jorge nuevamente dice que es triste saber que en el país puede haber miles de casos de injusticias cometidas por el Estado Mexicano, y que se sabe que en este proceso han ido contra la corriente, aunque lo único que piden es que concluya este proceso y que los culpables paguen sus castigos para que las historias de este tipo no se sigan repitiendo.