10 trucos psicológicos usados por los supermercados

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10 trucos psicológicos usados por los supermercados

Foto: Internet
Después de descubrirlos harás compras más conscientes

Somos muy sugestionables, más de cuanto estaríamos dispuestos a reconocer. De hecho, percibimos inconscientemente los detalles de lo que nos circunda y estos terminan por influenciar nuestras decisiones aparentemente racionales.

No es de sorprenderse que los supermercados recurran a todos los tipos de técnicas existentes para hacernos gastar de más. Se trata de pequeños detalles que nuestras mentes racionales descuidan pero que son captadas por nuestro inconsciente.

1.- Carritos grandes para atiborrarlos

¿Sabías que los carritos aparecieron en 1938 y desde entonces han aumentado progresivamente su tamaño? De hecho, inicialmente estaban destinados a facilitar las compras de los clientes, pero poco a poco los centros comerciales se dieron cuenta de que cuanto más grande son, más productos pueden contener. Si el carrito sigue medio vacío, salimos con la sensación de no haber comprado lo suficiente.

2.- Productos: a nivel del ojo y a la derecha

En los supermercados, los productos que desean hacernos comprar están en nuestras manos. De esta manera, podemos verlos fácilmente. Por el contrario, los artículos más baratos a menudo son bajos porque no le prestamos mucha atención. De hecho, los dulces a menudo se colocan en los estantes inferiores, a la altura de los ojos de los niños, porque convencen a sus padres para que los compren. Además, los productos que prefieren vender están a la derecha porque, como la mayoría de las personas son diestras, tienden a verse bien.

3.- El precio siempre tendrá nueve

Es un viejo truco, pero todavía funciona a la perfección. Esto se debe a que tendemos a mirar solo al primer dígito, y no contamos los centavos. Por lo tanto, todos inconscientemente percibimos que un artículo con un precio de $9.90 cuando en realidad cuesta alrededor de 10 pesos. De esta forma, nos hacen gastar más sin ser plenamente conscientes de ello.

4.- Los productos fundamentales a menudo cambian de lugar

Los supermercados no pueden cambiar los productos con demasiada frecuencia porque  de lo contrario generarían frustración en sus clientes. Sin embargo, las secciones cambian de vez en cuando, ya que nos vemos obligados a prestar más atención mientras compramos, así que también evitamos compras automáticas y llamamos nuestra atención a nuevos productos que probablemente no hayan notado.

5.- Los productos esenciales se colocan en un rincón remoto de la tienda

La disposición de los productos es muy importante y determina las ventas. Por lo tanto, los productos esenciales que no podemos evitar comprar, como leche o huevos, generalmente se encuentran en el último carril en la parte posterior de la tienda. De esta forma, los clientes se ven obligados a recorrer toda el área comercial, con la esperanza de que en el camino encuentren otros productos que atraigan su atención y que no hayan planeado comprar.

6.- Los productos no esenciales se pueden encontrar en la entrada de la tienda

En la mayoría de los supermercados, productos no esenciales como flores o dulces industriales se pueden encontrar en la entrada de la tienda. De esta forma, estamos tentados de comprarlos porque tenemos un carro vacío y el impacto visual nos tienta. Además, ¿sabías que el aroma floral o los productos horneados activan nuestras glándulas salivales, lo que nos lleva a comprar instintivamente?

7.- Los productos más caros y menos indispensables siempre estarán cerca de las cajas

Una vez que haya terminado de comprar y haya llegado a la caja, tendremos que esperar y hacer un poco de cola. Mientras tanto, observamos los dulces, las revistas, las barras energéticas, las baterías y el chicle, el tipo de productos que normalmente no tenemos en cuenta cuando vamos de compras. Es interesante notar que estos productos también tienen precios muy altos, pero los compramos por igual porque pensamos que tal vez los necesitamos o porque los niños terminan pidiéndolos.

8. Las tarjetas de descuento o los cupones son herramientas para aumentar la cuenta

Los supermercados generalmente ofrecen tarjetas que acumulan puntos o cupones que le permiten obtener descuentos. Sin embargo, el truco está en el hecho de que para obtener los puntos o el descuento debe alcanzar un mínimo de gasto. Por lo tanto, la tienda se asegura de que el cliente que inicialmente habría gastado solo 20 o 25 términos para gastar $30, obtenga puntos o descuentos, cuando en realidad no tiene ninguna ventaja.

9.-Tiendas: cuanto más grande mejor

El tamaño importa, al menos en términos de superficies comerciales. Se ha demostrado que cuando estamos en una tienda apretada y llena de gente, usualmente nos asalta el estrés y compramos más rápido, por lo que gastamos menos. Por el contrario, cuando estamos más relajados somos víctimas de compras impulsivas, así que llenamos el carrito. Entonces, aunque la superficie es más grande, nos afectará menos el número de personas y nos mantendremos más tiempo comprando más.

10.- La música se usa para aumentar las ventas

En los últimos tiempos, podemos escuchar música en casi todas las tiendas y supermercados . No es una coincidencia, se ha demostrado que la lentitud de algunos géneros musicales (new age, chillo ut) nos anima a gastar más. En cambio, la música dura y ruidosa tiene el efecto opuesto. La música clásica es ideal porque nos relaja, nos hace sentir bien y nos anima a gastar mucho más. De hecho, es bien sabido que la música tiene un enorme poder sobre nuestro comportamiento.

Con información de Informare per resistere