Usted está aquí
Gasto se va a proyectos sin gran rentabilidad: CEESP
CDMX.- La actividad económica de México muestra debilidad, lo que seguramente generará un problema de sostenibilidad en los ingresos que recibe el gobierno federal, advirtió el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP).
En su análisis semanal, el organismo empresarial detalló que el gran problema es que el gasto público se dirige mayormente a “destinos de dudosa u opaca rentabilidad social”.
Por ejemplo, el gasto programable en inversión física se redujo 8.3%, pero se destinaron recursos a otros rubros como subsidios a Pemex, que en su apartado de inversión financiera se observó un incremento de 122.4%, lo que benefició a la petrolera.
La Secretaría de Energía tuvo un crecimiento anual de 118.1%, equivalente a 64.5 mil millones de pesos, recursos que sirvieron para fortalecer las inversiones en la Refinería Dos Bocas y apoyar la posición financiera de Pemex.
Por otra parte, se aumentó el gasto de la Secretaría del Bienestar 37.9%, con el fin de dar más recursos a la pensión de las personas adultas mayores, para el programa Sembrando vida, y para la pensión para personas con discapacidad, principalmente.
Además, aumentó el presupuesto a educación 12.3%, porque se enviaron más recursos al programa Beca Universal para Estudiantes de Educación Media Superior, de acuerdo con el informe sobre la Situación Económica, las Finanzas Públicas y la Deuda Pública al segundo trimestre de 2021 de la Secretaría de Hacienda.
“A nivel agregado, las finanzas públicas no muestran desequilibrios preocupantes, aunque en su estructura se siguen arrojando señales de debilidad por el lado de los ingresos, que enfrenta fragilidad de sus fuentes recurrentes.
Detalló que los programas sociales aportaron muy poco, lo cual se reflejó en los resultados que dio a conocer el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) sobre el aumento de 3.8 millones de personas en condición de pobreza entre 2018 y 2020.
El CEESP destacó que “dado el monto del superávit primario, el gobierno haría bien en orientar más recursos a inversión productiva, a mitigar los efectos de la pandemia —en particular ante el elevado ritmo de contagios— y a implementar reformas estructurales que generen inversiones sólidas”.