Saltillo, la ciudad con más historias qué contar
Como si de un baúl de recuerdos se tratara, a lo largo de sus 444 años Saltillo ha coleccionado algunas partes de su historia, que si no fuera porque están documentadas, incluso hasta serían difíciles de creer.
En su sección sabatina, “Historias de Saltillo”, Vanguardia ha publicado acontecimientos sorprendentes, personajes peculiares y edificios emblemáticos que han protagonizado las memorias de la ciudad. Hoy, 11 de estas historias son presentadas en audio relatos.
La vez que un toro y un león se pelearon en la Alameda Zaragoza, por ejemplo. O cuando los voladores de Papantla murieron durante una presentación en la feria. También la ocasión en la que el “hombre mosca” escaló la Catedral de Santiago sin protección alguna, y la muerte de dos estudiantes en el lago de la Alameda.
El último gran cine murió convertido en zapatería
Pero qué sería del pasado sin un toque de misterio, por eso también se presenta el caso del suicida de la Catedral; la supuesta obra maldita, “El Loco Dios”, que incendió dos teatros; el pasado claroscuro de la Casa Alameda, y todos los sitios de la ciudad que antes fueron panteón.
Un estadio desaparecido
Y si de personajes peculiares se trata, Adrián Rodríguez se muestra con su eterna filosofía de Ciudad Lux y su autonombramiento como presidente de la República.
El tradicional Mercado de la Guayulera
Aunque estos relatos se sustentan con documentos oficiales, investigaciones de historiadores, testimonios, fotografías, registros en hemeroteca y la publicación de libros, existen otras evidencias que están a simple vista.
Como las edificaciones en las que estuvo involucrado el ingeniero Zeferino Domínguez, entre ellas el Ateneo Fuente, y el famoso tren de la deportiva que sigue cautivando generaciones.
Todos los audio relatos de “Historias de Saltillo” están disponibles en Spotify y el canal de YouTube de Vanguardia Mx.
Sabemos que el pasado de la ciudad aún tiene mucho que contar, por ello, este promete ser solo el inicio de una lista de historias que seguro seguirán sorprendiéndonos y revelando parte de los ayeres.
Por ahora, nos queda decir: gracias Saltillo por 444 años de acontecimientos. Y a usted lector, que disfrute los relatos.