Los Juegos Olímpicos de Tokio son una realidad, de manera oficial al llevarse a cabo la ceremonia de inauguración que, a diferencia de los juegos anteriores, se realizó en medio de una pandemia y con un estadio sin espectadores. 

Naomi Osaka la encargada de encender el pebetero olímpico. La tenista japonesa, actualmente el rostro más conocido del deporte nipón, recibió este tremendo honor.

Era el momento más esperado de los Juegos Olímpicos. Después de una ceremonia de inauguración de la que se esperaba algo más y de que todos los países pasearan a sus deportistas bandera en mano, los drones hicieron acto de presencia para hacerle ganar puntos a la ceremonia y minutos después, Naomi Osaka hizo acto de presencia para copar todas las cámaras.

La tenista japonesa, que fue número 1 del mundo, está considerada como una de las más grandes de la historia del país nipón después de ganar cuatro grandes, dos Abiertos de Australia y otros dos de Estados Unidos.