La ciudad de los trenes

Una ciudad que creció gracias al ferrocarril; vías en desuso como cicatrices en las calles del centro; y un controversial regreso: ¿está la historia de Saltillo atada a la presencia del tren?

La historia de Saltillo parece estar atada al ferrocarril. Pero, ¿qué significa esto? 

Para algunos, los vagones son los culpables de sus llegadas tarde a la escuela o al trabajo, por atravesarse en el bulevar Nazario Ortiz Garza. Para otros es la anécdota de Puente Moreno. Y están los que solo lo ubican cuando hay algún accidente vial, cuando una persona no libra las vías y muere despedazada, quienes asocian las locomotoras con la llegada de migrantes. 

Al oriente de la ciudad la mera imagen apenas existe; al sur y en el centro, el silbato se mezcla con el ambiente cotidiano, entre cantos de pájaro, música y motores de autos. Pero al poniente, cerca de las vías el paso del tren significa un constante vibrar de las cosas, un estruendo de entre 90 y 100 decibeles, volumen que se equipara a estar en medio de un concierto de rock.  

Al poniente de Saltillo el paso del tren significa un estruendo que equivale a presenciar un concierto de rock | Foto: Archivo Vanguardia.

Y quizá la popularidad de los automóviles no deja verlo con claridad, pero todavía hay personas de más de 35 años que recuerdan haber viajado como pasajeros en las líneas locales.

Sea cual sea el motivo, sea cual sea la relación personal que la gente guarde con este, el tren no ha dejado de formar parte de Saltilo, de su ambiente, de su arquitectura. Así ha sido desde 1883 cuando se inauguró la primera vía ferroviaria en la capital.

La primera vía ferroviaria en la capital coahuilense se inauguró en 1883 | Foto: El Sol del Norte.

Los primeros durmientes 

A finales del siglo XIX, en la ciudad se producían artículos de exportación como el chile colorado, el fideo y la harina, pero la falta de transporte era un problema para comercializarlo. 

Cuando llegó el tren durante el porfiriato, Saltillo se volvió un punto clave para conectar al mercado nacional e internacional, específicamente con Estados Unidos. 

Por aquí pasaron las líneas: Ferrocarril Nacional (México-Laredo), Ferrocarril Coahuila y Zacatecas “El Coahuilita” (Saltillo-Concepción del Oro), Ferrocarril Coahuila-Pacífico “El Torreoncillo” (Saltillo-Torreón).   

El tren conocido como “El Coahuilita” conectaba a Concepción del Oro y a Saltillo | Foto: Archivo Vanguardia

Las dos principales estaciones de tren tanto de carga como de pasajeros, fueron la ubicada en donde hoy está el Nodo Estación Creativa, en el tope de la calzada Emilio Carranza y cruce con la calle Luis Gutiérrez; la otra fue en el edificio localizado sobre bulevar Francisco Coss, entre la colonia República y Presidente Cárdenas, donde hoy se encuentra la Biblioteca del Congreso. 

La antigua estación de ferrocarriles se ubicó donde hoy es la Biblioteca del Congreso, sobre bulevar Francisco Coss | Foto: El Sol del Norte

La estación que nunca fue estación  

El edificio que hoy aloja al Archivo Municipal de Saltillo (AMS), sobre la calle Leona Vicario, donde topa la vialidad Benito Juárez en la Zona Centro, se construyó pensando en ser una estación de trenes.

Por eso su fachada da esa sensación de la época, sin embargo los planes cambiaron. Aunque su edificación abarcó de 1918 a 1928, primero operó como Hospital de Concentración. Se mantuvo así hasta 1961, cuando se convirtió en la Escuela Primaria Rubén Moreira. Ya en 1987, el ayuntamiento adquirió el espacio para instalar el AMS.

El actual edificio del Archivo Municipal de Saltillo estaba contemplado para ser estación ferroviaria, pero nunca funcionó como tal | Foto: Archivo Vanguardia

La decadencia y los últimos viajes 

Casi 100 años después de la inauguración de la primera vía, el tren se convirtió en el medio de transporte más importante de la región. Pero su popularidad, sería también motivo de desgracia.

El 4 de octubre de 1972, un convoy venía a Saltillo procedente de Real de Catorce, luego de la fiesta de San Francisco de Asís. A las 23:25 horas, cerca de Puente Moreno, el tren se descarriló y murieron 300 personas. 

En el accidente conocido como “El Trenazo de Puente Moreno” fallecieron 300 personas | Foto: Archivo Vanguardia

Después del trenazo, en 1977 se dio el último viaje del “Coahuilita”, también conocido como “El tren del pueblo”, que solía usarse por mineros y campesinos para ir de Concepción del Oro a Saltillo y a la inversa. 

Fotografía tomada durante el último viaje de “El Coahuilita” | Foto: Archivo Vanguardia.

Por esas mismas fechas comenzó la demolición y levantamiento de vías de la antigua estación para dar paso a la construcción del bulevar Coss.

Levantamiento de las vías de la antigua estación de ferrocarril en bulevar Coss | Foto: El Sol del Norte

Y contrario a lo que se cree comúnmente, pasaron dos décadas más hasta que desapareció por completo el tren de pasajeros. 

Para 1997, los autobuses ya eran el medio de transporte más usado para moverse entre las ciudades y los autos cada vez más recurrentes en las familias.

De la única estación local que quedaba, la de Emilio Carranza, ya cada vez eran menos y más tardadas las salidas de El Coahuilense y El Regiomontano, líneas que cruzaban hasta el norte de Coahuila y Monterrey, respectivamente. 

La afluencia de personas disminuyó. Las corridas llegaban a retrasarse hasta tres horas por la ineficiencia en el servicio. La preferencia que se daba a los trenes de carga provocaba un gran tráfico ferroviario. 

Pasajeros de tren durante 1997, año en que se dejó de ofrecer el servicio de tren de pasajeros | Foto: Archivo Vanguardia.

“El servicio es pésimo, es muy triste ver en lo que se ha convertido este transporte; del servicio que alguna vez existió ya no hay nada. Antes era un placer y un lujo viajar en tren”, dijo para Vanguardia en 1997, la usuaria María del Carmen Sánchez. 

Y como si ese comentario fuera el presagio de una lápida, ese año dejaron de existir los trenes de pasajeros en la ciudad. 

En cada parada que hacían los trenes se dejaron de vender tacos, jugos, quesos y más que intercambiaban por las ventanas, ya no pasó el boletero entre los pasillos para verificar el ticket, ni convivieron más los animales como chivos y gallos con las personas dentro de los vagones de segunda clase. 

Tren de la década de los 90’s en Saltillo | Foto: Archivo Vanguardia.

Hoy solo queda el tren de carga que escandaliza el poniente de Saltillo, solo quedan los vestigios de la estación de Coss, solo quedan unas vías que suelen tumbar a los motociclistas que pasan por Emilio Carranza. Esas vías que mantuvieron para que las usaran los molinos del Fénix. Pero ante el crecimiento de la zona, quedaron ahí, como pequeños baches, como cicatrices de metal sobre una piel de asfalto.

¿Un posible regreso? 

Actualmente Saltillo tiene un conflicto de tráfico vehicular y se habla de un proyecto de tren suburbano denominado “Coahuilteca”. Podría solucionar la movilidad entre las zonas industriales de Derramadero y Ramos Arizpe. En caso de que se realice, este sería el regreso del tren de pasajeros a Saltillo, con una movilización estimada de 144 mil personas diarias. 

*Con información de Sandra Rodríguez, Marco González, Archivo Vanguardia, Archivo Municipal de Saltillo. 

DATOS

-La primera ruta de tren en el país fue la México-Veracruz, por parte de la Compañía Limitada del Ferrocarril Mexicano el 1 de enero de 1873.

-El ferrocarril fue el primero de los grandes inventos del siglo XIX.

-En Coahuila llegaron a haber 55 estaciones de ferrocarril, entre carga y pasajeros.