La asociación Amigos de la Sierra se sumó a la campaña mundial de “Julio sin plástico” para reducir el uso de este material, reciclarlo y fomentar el cuidado del medio ambiente; y desde 2018 trabaja con escuelas y comunidades de Arteaga, Coahuila, Santiago y Galeana, Nuevo León, donde recolectaron 2.5 toneladas de plástico de la serranía.

“Esta campaña se manejaba a nivel escolar, con apoyo de los maestros; ellos internamente organizaban sus campañas, salían a limpiar su comunidad, y nosotros recogíamos el PET de la escuela cada que se llenaba su costal, cada mes, y al final cuando se acopia todo se les entregaba material deportivo”, explicó Samantha Jaramillo Hernández, promotora de Educación Ambiental de Amigos de la Sierra.

La recolección y posterior reciclaje de residuos plásticos se hizo en alianza con PetStar, la empresa más grande a nivel mundial de reciclado de este material, el cual incluye envases de bebidas como agua, refrescos, jugos, energetizantes.

Esta campaña de acopio de PET forma parte de las actividades del programa de Educación Ambiental de Amigos de la Sierra, que realiza en convenio con la SEP, en 75 planteles educativos (Primaria, Secundaria y Preparatoria) en 47 comunidades de Arteaga, Galeana y Santiago, municipios que comparten la sierra de Arteaga.

Con el cierre de escuelas debido a la emergencia sanitaria de COVID-19, la asociación implementó diversas acciones en línea y continuó con la campaña para recolectar plástico

“Tuvimos acercamiento con los comisariados de las comunidades donde estuvimos trabajando, a ellos se les planteó la idea de colocar un costal para acopiar el PET, se les envió videos a maestros y niños, colocamos lonas con información necesaria”, dijo Perla Sánchez Niño, promotora de Educación Ambiental de la asociación.

La respuesta de los habitantes fue positiva: en algunas comunidades hubo más participación que en otras, en algunas la gente salió a recoger los residuos tirados en la sierra, otras personas llevaron solo el plástico de uso cotidiano.

Sin embargo, las 2.5 toneladas recogidas por niñas, niños, jóvenes, docentes, padres y madres de familia “no es ni el 50 por ciento de lo que sigue estando en la sierra; falta mucha conciencia”, comentó Samantha Jaramillo.