Cinco años sin Rubén Aguirre... así lo recuerdan sus familiares en Saltillo
“¡Gracias! Muchas gracias”, de todas las frases icónicas de Rubén Aguirre, quizá esta sea la que más representa al actor saltillense que saltó a la fama hace muchas décadas y que en un día como hoy pero de hace cinco años falleció en Puerto Vallarta, Jalisco. Antes de ser el entrañable ‘Profesor Jirafales’, o de cometer las chifladuras de Lucas Tañeda, Rubén Aguirre Fuentes tenía intenciones de brillar en la fiesta brava como novillero, sueño que vio frustrado a causa de sus casi dos metros de altura, según lo recuerda su primo Armando Fuentes Aguirre ‘Catón’: “Tenía extraordinario valor, conocía las suertes del toreo, pero tenía la desventaja de su estatura. Los toros le pasaban por las rodillas, lo que provocaba la risa de la gente”.
Sin embargo, la decisión de dejar el ruedo lo llevó a destacar en el medio taurino desde los micrófonos como cronista. “Por su gran conocimiento de la fiesta y su voz maravillosa que conservó hasta el final, fue contratado para narrar en España las corridas en las que participaban toreros mexicanos”, dijo Fuentes Aguirre. El talento histriónico de quien diera vida al ‘Sargento Refugio’ en “Los Caquitos”, se desarrolló primero en las radionovelas, donde llegó a sobresalir incluso más que el protagonista, motivo que lo animó a solicitar aumento de sueldo en la radiodifusora donde trabajaba en Monterrey, lo que por cierto, orilló a su director a “matar” al personaje de un día para otro.
“Un día mi tía Yoya (la mamá de Rubén Aguirre) lo llevó a visitar a mi abuela Liberata, a quien de cariño llamábamos ‘Mamá Lata’ y le dijo: ‘¿Quieres ver coser a Rubencito?’. ‘Mamá Lata’ quiso ir a traer hilo, aguja y tela, pero mi tía Yoya dijo que no era necesario, que solo se sentara a ver. Rubencito quien tendría 8 o 10 años, con pura mímica hizo todos los actos de una señora que cosía. Entonces mostró su prodigiosa habilidad de mimo”, relató el cronista de Saltillo.
‘AL SONORO RUGIR DEL CAÑÓN’
Su prima Odila Fuentes Aguirre tiene muy presente esa noche de junio de 1960, cuando el actor ya siendo una figura del espectáculo en México fue su chambelán en la graduación de la Normal de Coahuila. “Se acercaba la fecha y yo no tenía chambelán. Rubencito estaba en Saltillo y se ofreció a acompañarme. Me dijo que era la más bonita de la fiesta y que mi vestido era el más lindo de todos. Yo lo presenté con mis compañeras y él decía: ‘Mucho gusto. Al sonoro rugir del cañón, para servirle’ pero ellas no ponían atención a lo que decía por estar embobadas con él. Cuando le pregunté por qué se presentaba así, dijo que cuando alguien dice su nombre por primera vez nadie se fija, y tenía razón”, compartió Odila.
EL VALOR DEL RESPETO
Hay un momento al lado de su padre que Rubén Aguirre hijo atesora con gran cariño. Fue cuando el intérprete de ‘Rufino Rufián’ en “Don Ratón y don Ratero” lo llevó a cazar conejos en una finca que tenía en Tepetlaoxtoc, Estado de México. “Tenía yo 13 años, y la enseñanza que tengo de esa vez es el respeto que se debe tener por las armas. Me dio un rifle calibre .22, pero no dejó de vigilarme ni un momento mientras yo aprendía el manejo correcto”, dijo.
Al paso del tiempo, Rubén Aguirre hijo acompañó a su famoso padre en su carrera artística y así ingresó al mundo de la televisión desempeñando diferentes cargos detrás de cámaras.
15 de enero de 2015 se publicó el libro “Después de Usted”, con las memorias de Rubén Aguirre.
¿RUBENCITO?
Hay dos motivos por los que la familia del también escritor le llama “Rubencito”. Uno es en alusión a su estatura y el otro, para no confundirlo con su padre, con quien compartía el nombre.