Este fin de semana coinciden en streaming un par de producciones mexicanas de diferentes épocas e incluso géneros que tienen en común la representación de los pueblos originarios en el cine nacional.

De manera cronológica, y cerrando con broche de oro precisamente el ciclo titulado “La representación de los pueblos originarios en el cine. Errores abusos y torpezas”, el día de mañana a lo largo del día de manera gratuita a través de la página www.filmotecaunam.mx y por el espacio de 24 horas estará disponible el clásico dirigido por el cineasta coahuilense Emilio “Indio” Fernández, “María Candelaria” (1943), reconocida con el equivalente a lo que posteriormente se convirtió en la Palma de Oro así como a la Mejor Fotografía de la primera edición del Festival de Cine de Cannes de 1946 la cual cuenta la historia de María Candelaria (Dolores del Río), joven indígena de Xochimilco quien en el año de 1909 es rechazada por su comunidad por ser hija de una prostituta.

La única persona que quiere estar con ella es otro joven indígena, Lorenzo Rafael (Pedro Armendáriz), quien busca formalizar con ella su relación, pero ese apoyo lo único que consigue es que la gente del pueblo se vaya más en su contra y más aún cuando María Candelaria acepta ser pintada para el cuadro de un pintor que si bien replica su rostro el cuerpo desnudo que le añade es de otra modelo, pero al correrse el rumor de que la joven posó desnuda da pie a la tragedia en la que concluye la historia. 

Siguiendo con los pueblos originarios y las tragedias, desde el pasado miércoles 9 se puede ver a través de Netflix “Selva trágica”, dirigido por la cineasta mexicana Yulene Olaizola que por su cuenta fue de las pocas películas mexicanas en competencia en la pasada edición del Festival Internacional de Cine de Cannes donde obtuvo el premio a la Mejor Película Extranjera del 2020.

Ubicada en su caso en el año de 1920 en la frontera de nuestro país y Belice cuando se conocía también como la Honduras Británica donde un indígena maya nos introduce en la lengua maya a un relato que como caracteriza a esta civilización incluye mitos y elementos sobrenaturales en su cultura ancestral, y acto seguido somos testigos de la huida de una mujer  de color de nombre Agnes (Indira Rubie Andrewin) en el camino a su boda con un inglés, internándose en la selva del título con las consecuencias trágicas que también incluye.

Previo a “Selva Trágica”, Yulene Olaizola ya había tenido una experiencia compartida con su co-guionista Rubén Imaz en otro filme que en aquella ocasión co-dirigieron juntos titulado “Epitafio” (2015), que se centraba en un protagonista español en tiempos de la conquista, y pareciera por centrarse más en el género de aventuras tuvo mayor efectividad que esta que es su más reciente colaboración que al fusionarse entre el drama y el misterio termina por decepcionar al espectador.

Eso sí, su factura es impecable y más por el exotismo del entorno que la historia en sí fue que cautivó a quienes terminaron premiándola en Venecia, quedando en una curiosidad menor que trabajos anteriores de Olaizola, entre podemos destacar desde la mencionada “Epitafios” a su todavía más premiada y superior ópera prima en el género documental “Intimidades de Shakespeare y Víctor Hugo” (2008), donde la realizadora sí pudo fusionar de manera impecable géneros del documental al thriller. 

Comentarios: galindo.alfredo@gmail.com; Twitter: @AlfredoGalindo