Gobiernos y farmacéuticas ocultan el desarrollo, eficacia y compra de vacunas
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Gobiernos y farmacéuticas ocultan el desarrollo, eficacia y compra de vacunas
CIUDAD DE MÉXICO.- Durante el desarrollo y adquisición de vacunas contra el covid-19, en plena emergencia global, gobiernos y gigantes farmacéuticos privilegiaron la opacidad, tanto en los resultados clínicos de los productos –entre ellas la vacuna Sinovac, de la que el gobierno mexicano compró 10 millones de dosis--, como en los contratos de compra de los mismos, documentó la organización Transparencia Internacional (TI).
Como consecuencia de lo anterior, los gobiernos de los países más ricos del planeta pagaron 20 dólares en promedio por un esquema de vacunación completo, mientras que las naciones de ingresos medianos desembolsaron 32 dólares y los más pobres 14 dólares en promedio, pero con plazos de entrega mayores.
En un amplio informe publicado hoy, la organización recalcó que las empresas farmacéuticas a cargo de los 20 principales proyectos de vacunas sólo han transparentado el 12% de los protocolos de ensayos clínicos, y han privilegiado el anuncio de resultados mediante eventos de prensa, que a menudo dispararon el valor de sus acciones en las bolsas de valores, como en los casos de Pfizer y Moderna.
Aparte, probó que los gobiernos que compraron vacunas ocultaron 94% de los contratos, y los que sí publicaron una versión pública de los mismos –sólo 11 documentos estaban abiertos al público cuando se elaboró el informe-- han tachado partes enteras para esconder sus aspectos centrales, como los precios de compra, y proteger los intereses de los vendedores, deploró TI.
Así sucedió ayer, por ejemplo, cuando la Cancillería mexicana dio a conocer versiones públicas de seis contratos o acuerdos de adquisición de vacunas, donde estaban testados los elementos claves de la transacción, como el precio de adquisición, los reclamos por eventos adversos o los calendarios de entregas.
TI señaló que en el último año se multiplicaron los anuncios confusos y hasta contradictorios sobre la eficacia de las vacunas, como en el caso de la desarrollada por AstraZeneca, que causó polémica por las variaciones en las tasas de eficiencia de hasta 30%, dando la impresión de que ocultaba información.
“Hemos encontrado que Sinovac Biotech y el Vector Institute no han publicado ningún análisis de datos de sus ensayos clínicos, por razones desconocidas, a pesar de que ambas vacunas han sido administradas a poblaciones desde julio de 2020 y octubre de 2020, respectivamente”, planteó en su informe.
Respecto a la vacuna china Sinovac, que forma parte del porfolio de productos utilizados en la Campaña Nacional de Vacunación en México, TI señaló que todos sus resultados han sido anunciados “en boletines de prensa, conferencias de prensa o comunicados estatales, pero sin publicar ningún análisis de datos”, y han mostrado una amplia brecha en términos de eficiencia, de 50.4% a 97%.
De igual manera, advirtió que la opacidad en torno a la eficiencia de los biológicos y su compra “puede agregar credulidad hacia las teorías de la conspiración, como la creencia muy arraigada de que las vacunas se están desarrollando con el único propósito de generar ganancias para las empresas farmacéuticas”.
Y añadió que la opacidad en cuanto a los análisis clínicos “ya produjo una desconfianza en la vacunación”, con 32% de la población mundial que no quiere vacunarse.
Aparte, la organización internacional denunció la opacidad que envuelve los contratos que cada gobierno negoció al tú por tú con las diversas empresas farmacéuticas, que incluían condiciones y precios diferentes según el país, así como fuertes cláusulas de confidencialidad.