Elecciones Coahuila 2021 | ¿Qué es la ciudadanía? ¿Qué significa ser un ciudadano activo?
Aunque ciudadanía es un concepto con múltiples acepciones, según la perspectiva o disciplina de la que se trate, hay puntos en común en los que coinciden múltiples autores y corrientes del pensamiento.
De entrada, la ciudadanía es un concepto tanto descriptivo como normativo: describe quién es el ciudadano y lo que hace, pero también lo que debería hacer y cómo debería comportarse.
La ciudadanía también ha sido descrita como un conjunto de prácticas (culturales, simbólicas y económicas) y de derechos y obligaciones (civiles, políticos y sociales) que definen la integración de un individuo en una comunidad.
En este contexto, ¿qué entienden los mexicanos por ciudadanía y, específicamente, por ser buen ciudadano?
La década pasada, un equipo de investigación multidisciplinario, en colaboración con el Instituto Nacional Electoral (INE), presentó el “Informe País sobre la Calidad de la Ciudadanía en México”, el cual buscó encontrar algunas de las razones por las que los mexicanos participan tan poco en actividades distintas al voto.
“Encontramos que los mexicanos entendemos a la ciudadanía como un asunto de obediencia de leyes y voto, sumamente desvinculado de la idea de participación, organización colectiva y ejercicio de derechos.
“(...) Sin duda, esto se relaciona con la baja membresía en organizaciones sociales y con altos niveles de desconfianza en las instituciones, sobre todo las gubernamentales y las de representación política. Los partidos políticos no cumplen su papel de vínculo entre ciudadanía y gobierno. No obstante, los ciudadanos les siguen percibiendo como un intermediario útil (práctico) en la consecución de ciertos objetivos. La desconfianza es un elemento que permea muchas de las actitudes de los mexicanos”, expone la investigación, que tuvo como principales insumos una encuesta nacional de tres mil entrevistas, y un estudio cualitativo formado por 50 sondeos antropológicos en cinco entidades del país.
“En resumen, puede decirse que los mexicanos son ciudadanos pasivos y reactivos, participan de manera coyuntural, generalmente por razones altruistas y prefieren las acciones individuales antes que las colectivas”, concluye el reporte.
CIUDADANÍA ACTIVA
En el contexto europeo, este concepto denota formas particulares de participación que deben promoverse para asegurar la continuación de la democracia deliberativa, participativa y representativa.
Suele utilizarse para describir a aquellos ciudadanos involucrados en una amplia gama de actividades que promueven y apoyan la democracia en una sociedad. Incluyen acciones propias de la sociedad civil (como protestas y la firma de peticiones), actividades dentro del marco de la comunidad (como el voluntariado) y el involucramiento político convencional (como el voto o participar en las actividades de partidos políticos).
La ciudadanía activa puede entenderse, primeramente, como participación en el sentido más amplio de la palabra; incluye actividades culturales y medio ambientales en niveles locales, regionales, nacionales e, incluso, internacionales. Así pues, encuentra sus límites en el campo de la ética.
Las acciones de los ciudadanos deben apoyar a la comunidad, estar basadas en valores públicos y no contravenir derechos humanos ni el estado de derecho.
En ese sentido, las definiciones más completas de ciudadanía activa son las que combinan diferentes facetas de la participación política y comunitaria.
Estas van desde la democracia participativa (incluyendo acciones que obligan a los gobiernos a rendir cuentas) y la democracia representativa (la cual supone acciones como el voto), hasta la participación en la vida cotidiana de las comunidades caracterizadas por la inclusión social y el altruismo.
A partir de todo lo anterior, el concepto de ciudadanía activa se puede abordar desde cuatro dimensiones: participación política, convencional y protesta; vinculación con partidos políticos; trabajo comunitario y organización cívica; y confianza institucional.