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Miriam Cárdenas declina opinar sobre posible conflicto de interés
Luego de que en un reportaje de Semanario, “La deuda de Coahuila con los atrapados en el cristal”, la expresidenta del Tribunal Superior de Justicia de Coahuila, Miriam Cárdenas Cantú, fuera vinculada a la empresa responsable de la construcción de una clínica abandonada, de la que no informó en su declaración patrimonial de 2016, la magistrada en retiro declinó hablar sobre el posible conflicto de interés en que habría incurrido.
Semanario, el espacio de periodismo de investigación de VANGUARDIA, publicó este lunes que el primer centro de rehabilitación de Coahuila, con posibilidad de internar a los pacientes, quedó en obra negra sin que la constructora responsable, Corporativo de Desarrollo y Construcción, SA de CV, accediera a dar una explicación al respecto.
En 2004, en el acta constitutiva de dicha empresa —según documentos revisados por los periodistas Francisco Rodríguez y Jesús Peña— aparece como accionista Cárdenas Cantú. Luego, en 2007, la expresidenta del PJ en Coahuila vendió sus acciones a su cuñado, quien actualmente funge como dueño mayoritario de la compañía, en tanto que el marido de la exmagistrada funge como el representante legal.
En ese sentido, el reportaje señala que “esto evidencia que quien era la máxima autoridad del Poder Judicial, mintió en su declaración de interés, ya que en la declaración hecha a finales de 2016, Cárdenas Cantú negó que ella o su cónyuge tuvieran algún cargo o poder en alguna sociedad”.
Y, en ese sentido, que dicha omisión representa una falta grave al artículo 60 de la Ley General de Responsabilidades Administrativas:
“Incurrirá en enriquecimiento oculto u ocultamiento de Conflicto de Interés el servidor público que falte a la veracidad en la presentación de las declaraciones de situación patrimonial o de intereses…”.
VANGUARDIA buscó a Cárdenas Cantú para conocer su postura sobre este señalamiento, opción que declinó al considerar que se le buscó posteriormente a la publicación del reportaje que, sin embargo, no está centrado en este caso de conflicto de interés, sino en la necesidad de concluir dicha obra para la atención de pacientes de cristal.
“Sería totalmente extemporánea y muy poco oportuna. Como en su artículo lo indica, no tengo ninguna relación con la empresa desde 2007. Así que no tengo comentarios que hacer al respecto”, expuso la exmagistrada.
No obstante, aseguró que, según tiene conocimiento, para el reportaje no se buscó a algún representante del corporativo señalado.
“Contrario a lo que en lo publicado se afirma, la empresa dice que del periódico nadie los ha buscado”, expuso.
Sin embargo, el periodista Francisco Rodríguez habló con gente de comunicación de la empresa, dejó sus datos y esperó lo acordado: que se iban a comunicar con él para fijar una postura sobre el reportaje. Todo esto, previo a la publicación.