Anna Sarelly, influencer mexicana, se ha visto envuelta en un escándalo pues en su nueva colección de sombreros, playeras y bolsas cuyos precios son sumamente altos.

Fue en Twitter en donde los usuarios despotricaron contra la joven de 25 años de edad, mencionando que se imaginaban precios más accesibles, tal y como ella lo había comentado en sus diferentes cuentas y no algo de casi 5 mil pesos o más.

Gran sorpresa causó en sus seguidores el nuevo lanzamiento de la influencer Anna Sarelly, pues sus bolsos rondan los 5 mil 800 y los 5 mil 100 pesos mexicanos.

Aunque ella ha tratado de explicar la razón de estos costos con una serie de historias de Instagram en las que habla del costo de manufactura, materiales, embalaje y demás, sus seguidores lamentaron que los precios sean exorbitantes e incluso más caros que algunos bolsos de marcas como Michael Kors.

Anna se ha caracterizado por probar marcas de lujo en su canal de Youtube, desde maquillaje hasta joyas, ropa y zapatos, sin embargo, muchos de los internautas esperaban que el precio de sus bolsos fuera mucho mucho más bajo, y  reprueban que la influencer -a la que muchos siguen desde sus comienzos-, haya optado por una producción cuyo costo termina siendo impagable para muchos.

En su tienda en IG, Sarelly Sarelly, también ha lanzado otros productos como sombreros y sudaderas en casi 700 pesos y otros bolsos con precios de 4 mil 600.

Esta no es la primera vez que la joven se prueba como empresaria: hace meses lanzó una marca de vino que le generó muchas críticas debido al servicio de paquetería, pues muchas de las botellas llegaban rotas a sus destinos o no llegaban.

“Anna sarelly no está creando marcas, esta creando merch MUY MUY CARA. No es una empresaria, es una influencer privilegiada que le quiere ver la cara a las personas que la siguen (muchas menores de edad) para gastar muchísimo dinero en productos de baja calidad”, compartió la usuaria @laladeline.

Ante esta situación, Sarelly dio la cara e indicó que se registraron muchos problemas, propios y ajenos, pero asumió la responsabilidad de las fallas en los paquetes y productos.

“Hubo muchos problemas de logística. En el momento en que lanzamos el vino, hubo semáforo rojo y muchos problemas de terceros que ya no dependían de mí. Entonces hubo muchos retrasos. Y al final de cuentas no es echarle culpa a terceros, entonces decidimos regresar el dinero del envío, porque la regamos con el envío, aparte del semáforo, las fechas, etc.”, sentenció en una publicación de Instagram.