El Capitán Frío y las nubes de Arteaga

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El Capitán Frío y las nubes de Arteaga

Es común que individuos y organizaciones tengamos un sesgo a enfocarnos en lo que hacemos bien (o lo bueno que sucede, con o sin mérito propio, bajo nuestra responsabilidad) y no en lo que no nos sale bien cuando estamos a cargo de un proyecto. Esta semana lo vimos cuando el presidente López Obrador publicó tres tuits con aparentes logros de su gestión. El 1 de abril nos informó que: 1) México cumplió compromisos de producción con la OPEP. 2) Que se logró un nuevo récord de dosis aplicadas en un día con 467 mil 642. 3) Que un avión de la Sedena bombardeó nubes en la sierra de Arteaga provocando lluvias que ayudaron a controlar los graves incendios en la región.

También es naturaleza humana, y casi deporte nacional mexicano, dudar cuando un gobernante (del color o partido que sea) presume logros. Los políticos mexicanos nos han educado, tal vez sin querer, en la escuela del “piensa mal y acertarás”. Esta escuela nos hace ser reacios a comprar informes y logros a valor nominal, especialmente cuando se trata de datos duros y temas científicos que una administración como la de la 4T, y AMLO en particular, desdeña un día sí y otro también. En este caso, es prerrogativa del ciudadano mexicano dudar si México cumplió con limitar su producción petrolera porque conscientemente estaba atendiendo puntualmente el acuerdo con la OPEP (hay indicios de que a la 4T no necesariamente le interesa cumplir con acuerdos internacionales), o porque la carcacha en la que se ha convertido Pemex durante las últimas tres décadas no da para producir más de los 1.6 o 1.7 millones de barriles diarios. Incluso hace unos días, AMLO dijo que se compromete a “no sacar más de 2 millones de barriles diarios durante su mandato”, después de que al inicio de su sexenio había asegurado que subiría la producción hasta 2.65 millones de barriles por día. Esto hace pensar que la producción está topada, con o sin 4T, pero se siguen necesitando maromas para decir la verdad entre líneas.

Presume el Presidente las 467 mil 642 dosis precisamente el día en que el Dr. Gatell deja de reportar las cifras diarias y acumulados de la manera habitual (por ser días festivos) y tenemos que comparar esa cifra del tuit del Presidente que corresponde a dosis aplicadas el 31 de marzo, con el reporte dado por el Dr. Gatell el mismo 31 de marzo por 349 mil 258, supuestamente con el corte a las 4 p.m. Hay 118 mil 384 dosis más que en teoría se aplicaron después de las 4 p.m. Habrá que creerles. Festeja el Presidente, con razón, un aumento considerable en dosis diarias aplicadas, ya que el promedio diario desde el 13 de enero a la fecha es de 98 mil 317 dosis y el promedio de los últimos siete días es de unas 247 mil dosis. No parece importar suficiente que llevamos más de un mes con un promedio de más de un millón de dosis en inventario (y 3.8 millones al inicio del viernes 2 de abril) y que en la última semana el secretario Ebrard ha reportado (y fotografiado vacunas y aviones hasta el cansancio) excelentes noticias en cuanto a compra de vacunas, habiendo llegado a México 4.9 millones de dosis, mientras que el equipo del Dr. Gatell ha sido capaz de aplicar solamente 1.7 millones en ese mismo período. Llegaron 2.8 dosis al País por cada dosis que se aplicó. Es decir, el tuit del Presidente es propaganda bastante hueca, ya que no parece haber estrategia o comunicación clara sobre qué es lo que sigue para sostener y seguir aumentando el ritmo, una vez que se habrán incumplido las metas de vacunación fijadas en enero y febrero sobre personal médico y adultos mayores.

Y esto nos lleva al tercer tuit, donde el Presidente básicamente se autocongratula de su eficacia en el combate al incendio por haber provocado la lluvia en los límites de Coahuila y Nuevo León (usando tecnología inventada en 1946 por investigadores de General Electric). No alcanzó a mencionar, tal vez por falta de espacio en Twitter, que casualmente ese día que llovió entraba el frente frío número 46 al norte del País, el cual estaba pronosticado desde al menos una semana antes. Tampoco mencionó el “Capitán Frío” que los pobladores de la sierra de Arteaga, junto a voluntarios y gobiernos locales y estatales, estuvieron suplicando por más y mejor apoyo federal para combatir el incendio, que consumió decenas de miles de hectáreas de bosques.

Para un Presidente tan alérgico a los datos duros y a la ciencia, llama la atención que crea que puede controlar hasta un frente frío. Tal vez nos pueda dar el informe de las montañas nevadas donde su hijo pasó su cumpleaños número 40, me imagino que le habrá regalado buena nieve para esquiar... y para las selfies.

@josedenigris

josedenigris@yahoo.com