El incendio en la sierra de Arteaga es el peor desastre ecológico que ha dañado los bosques de Coahuila en la última década, y todavía no ha sido controlado ni sofocado en su totalidad.

Hasta ayer se registró una afectación de 3 mil hectáreas de arbolado adulto de oyamel, pino-encino y matorral submontano; aunque aún no se determina el porcentaje de superficie que corresponde a árboles, tan solo una tercera parte del total de hectáreas siniestradas superaría los daños en los siniestros ocurridos de 2012 a 2020.

Sin embargo, pese a la cifra final, las pérdidas ya son monumentales y “la remediación va a ser muy compleja”, pues se podría tardar al menos 100 años para ver un bosque como el que fue consumido por el fuego, apuntó Eglantina Canales, secretaria de Medio Ambiente.

2011, AÑO CRÍTICO

La cifra más alta de árboles adultos consumidos por el fuego en la entidad se documentó en 2011, con 24 mil 842.20 hectáreas. A diferencia de ese año, las condiciones climatológicas y geográficas siniestradas fueron muy diferentes a las de los últimos días en Arteaga.

Hace una década, el fuego devoró 424 mil 540.73 hectáreas en menos de dos meses, la mayor parte fue vegetación de bajo porte; además el tipo de flora, terreno y fenómenos naturales de 2010 y 2011 jugaron un factor importante para que la afectación resultara tan grande, recordó Francisco Martínez Ávalos, entonces secretario de Medio Ambiente.