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Vacunación: ¿vamos bien?
No ha habido un gobierno moderno con un monopolio tan marcado del micrófono como el actual. El Presidente presenta a todas horas, en medios tradicionales y en las redes sociales, datos y “otros datos” y aun así es difícil entender cómo esa “información” se traducirá en política oficial de gobierno. La aparente sobreexposición del Presidente, con mañaneras dedicadas en gran medida a contestar preguntas a modo de “periodistas” o comunicadores cómodos, nos deja a muchos con mal sabor de boca. La estrategia de acaparar reflectores y tiempo aire les ha salido bien, ya que no se habla de nada que no sea planteado por el Presidente. Sin embargo, da la impresión de que deben ajustar y procurar ahora hacer que la información que se comparte tenga más sustancia y relevancia para las políticas de gobierno. Ya quedó claro, con o sin evidencia, que: todo es culpa de Calderón, los “conservas” estarían haciendo peor las cosas, se piensa acabar la corrupción con buenas intenciones, no se va a perseguir a corruptos de otros sexenios (menos a los de este), que el aeropuerto de Santa Lucía y la refinería van, que el Ejército hace de todo, que no queremos medir el PIB, mejor inventaremos un índice de la felicidad calibre 4T. Muy bien, si quitamos eso de las mañaneras podríamos ahora sugerir al Presidente que enfoquen su estrategia de comunicación en lo urgente y relevante. Por ejemplo, no hay mayor prioridad o emergencia que aumentar considerablemente el ritmo de vacunación en el País. Cualquier Presidente razonable debería monitorear y cuestionar los resultados del proyecto más importante de su gobierno, en este caso la campaña de vacunación. Mientras el secretario Ebrard presume fotos dobles del mismo avión con vacunas (una al despegar y otra al aterrizar), el resto del gabinete no parece querer ver que no hay métricos y que la información que se ofrece carece de un plan claro para quintuplicar la cantidad de dosis aplicadas diariamente.
Quiero pensar que el Presidente y sus secretarios entienden los números básicos de su plan y recuerdan las promesas hechas sobre vacunación. Ya no es razonable, desde hace semanas, escudarse en que “los Estados Unidos están acaparando vacunas”. Por eso, quisiera compartir con quien esté dispuesto a leer un análisis simple al 18 de marzo de la campaña de vacunación. Para cuando se publiquen estas líneas, se habrán aplicado poco más de 5 millones de dosis.
1. 24 de diciembre, inicia la vacunación. Formalmente el 13 de enero se tiene una cantidad relevante de vacunas para empezar sostenidamente. Hay atrasos de Pfizer en entregas pactadas para enero y febrero, pero el gobierno no aplicó las dosis que tenía de manera rápida y eficiente. 2. 5 de enero, el Presidente anuncia que se pondrían en acción 10 mil cuadrillas de vacunación en todo el País. No es claro cuántas están en operación hoy en día. Si son 10 mil aplican muy pocas dosis. Si son menos, han fallado en armar las cuadrillas. 3. Desde el 13 de enero, el Dr. Gatell ha reportado 3.5 millones de dosis aplicadas en sus reportes diarios, pero en los acumulados las cifras han sufrido un ajuste hacia arriba de 1.3 millones, llegando a 4.8 millones. El gobierno no reporta cifras completas de 24 horas, prefiere reportar “cortes de información a las 4 p.m.” que al caer la noche se inflan en un 38 por ciento promedio. Por cada 100 dosis reportadas diariamente, al día siguiente aparecen otras 38. 4. 14 de febrero, el Presidente anuncia el arranque de la etapa de adultos mayores con el objetivo de vacunar a más de 15.5 millones entre el 15 de febrero y “mediados de abril”. Si se suman todas las dosis aplicadas desde el 15 de febrero como si fueran a adultos mayores, llevan 4.2 millones y faltan 11.3 millones por aplicar para cumplir la meta. Es decir, se han aplicado un promedio de 132 mil por día desde el 15 de febrero (167 mil por día los últimos 7 días) y tendríamos que aplicar 402 mil por día para lograr la meta el 15 de abril. Parece imposible. Chile aplica unas 285 mil por día. 5. El promedio móvil de 7 días de dosis aplicadas por día desde el 13 de enero topó el 15 de marzo en 221 mil y cayó a niveles de 167 mil por día para el 18 de marzo. 6. El promedio del 13 de enero al 18 de marzo es de 73 mil 475 por día. 7. Cualquiera de los promedios antes mencionados no son aceptables para salir de la emergencia pronto. El gobierno no parece interesado en subir los promedios. Deberían tener una meta de alrededor de 750 mil dosis por día. 8. Al 18 de marzo, hay 3.2 millones de dosis en inventario. Si no llegan más y se aplican al ritmo de los últimos 7 días, durarán 19 días. En Estados Unidos ese inventario duraría poco más de un día.