‘Sentí que la democracia estaba en peligro’, Sacha Baron Cohen llega a los Oscar con ‘Borat’
Con la vuelta al cine de una nueva sátira del personaje de “Borat”, Sacha Baron Cohen consiguió más de una sonrisa al pasar a la primera fila de los nominados al Oscar, después de haber ganado dos premios Globo de Oro como Mejor Actor de Comedia y Mejor Película de Comedia (él es también el productor y guionista). Lo que no causa tanta gracia es saber los peligros que realmente corrió al filmarla y los secretos de una producción de cine que en plena pandemia también corrió el riesgo de no ser estrenada.
-¿Cuántos estudios de cine te rechazaron hasta conseguir la luz verde para filmar la producción de cine de una sátira totalmente en contra del Presidente de Estados Unidos?-
“El tema fue complicado. Originalmente la íbamos a filmar con Fox y después Universal Studios decidió que la iba a filmar. Obviamente era todo un riesgo porque Donald Trump se vengaba de las corporaciones que él sentía que eran desleales. Y nuestra idea siempre fue estrenar por lo menos 10 días antes de las elecciones. Era un verdadero riesgo para cualquier corporación en Estados Unidos. Y terminamos arreglando con Amazon cuando nos dimos cuenta que tampoco íbamos a poder estrenar en ninguna sala de cine. Tuvimos que decidir si íbamos a esperar uno o dos años para disfrutarlo en el cine o buscar una plataforma para estrenar antes de las elecciones. Y en cierta forma pensamos que también era una buena producción de cine para ver desde casa durante la pandemia. Estamos contentos porque la gente la pudo disfrutar además en todo el mundo”.
-Pasaron más de 14 años desde la primera versión de “Borat”, ¿en qué momento decidiste que era hora de volver?-
“La verdad hicimos esta segunda película por Donald Trump, cuando sentí que la democracia estaba en peligro. Todo lo que habíamos expuesto con Borat sobre el antisemitismo y tanto odio se había abierto todavía más cuando los racistas empezaron a mostrarse abiertamente orgullosos de serlo, por tener un presidente que además diseminaba toda clase de conspiraciones de odio y mentiras, con la ayuda de los medios sociales. Estábamos preocupados por el autoritarismo que venía creciendo cada día más. Por eso llamé a todo el equipo y les dije que quería firmar otra película de terror (risas). Creían que yo estaba loco y todo había sido antes de la pandemia, Es increíble que lo hayamos logrado”.
La nueva versión comienza mostrando a Borat condenado a trabajos forzosos por haber ridiculizado a su país con el éxito de la producción de cine que él había estrenado 14 años atrás. La historia justamente comienza con la liberación, a cambio de una nueva misión: conseguir que Trump respete al país, llevándole un regalo especial al Vice Presidente Michael Pence. Entremezclando pura ficción con gente de verdad, como el mismísimo vicepresidente y hasta el abogado personal de Trump, Rudy Giuliani, Sacha Baron Cohen se burla al máximo del partido político republicano en plena época de la reelección, desde el coronavirus hasta el racismo y un antisemitismo que causa todavía más gracia cuando en vez de hablar en el idioma de Kazakhstan, en realidad hablan un perfecto hebreo que solo los judíos logran reconocer. La hija de Borat, interpretada por la actriz búlgara María Bakalova le agrega todavía más humor, al convertirse en el especial regalo para el Vice Presidente. Pero el final de la historia es realmente la gran estrella y tal vez la mejor broma de toda la producción. Pero lo más asombroso es que más allá del humor detrás de las tonterías menos esperadas, es obvio que Sacha Baron Cohen, tomó el personaje de Borat muy en serio.
-¿Qué tan serio fue el humor que plantearon en contra de las teorías de conspiración o el racismo que tanto dividió a Estados Unidos en plena elección presidencial?-
“Supongo que tratamos de mostrar cierta empatía también por aquellos que tanto odiamos, con gente como Jim y Jerry, dos personas que creen en las teorías de conspiración pero que también son buena gente, dándole la bienvenida en su casa a un extranjero totalmente desconocido, a quien incluso tratan de convencer sobre la igualdad de derechos de la mujer. Quisimos mostrar la humanidad, demostrando que los líderes políticos fueron lo que nos hicieron tan susceptibles a las mentiras y el peligro de las conspiraciones que eventualmente también llevaron a la violencia”.
-¿Más allá de tu nominación al Oscar, no resultó un poco gracioso ver que la canción de Borat, 'Wuhan Flu' bromeando sobre el coronavirus había figurado entre la lista de las primeras nominadas al Oscar como Mejor Canción, aunque no figura ahora entre las cinco nominaciones?-
“La canción es brillante. ‘Wuhan Flu’ la compuso mi hermano Aaron y se burla de las teorías de conspiración sobre el COVID-19 como un virus chino, cantando sobre la idea de despedazar periodistas como los árabes, mientras también tratamos de decir que esas mismas teorías de conspiración llevan a la violencia que vimos en Washington. Y así también conseguimos un estilo de canción que los fanáticos de Trump se atrevieron a cantar”.
-¿Pero cómo lograron filmar en plena pandemia sin contagiarse, filmando alrededor de tanta gente que se negaba a usar barbijos como el Presidente?-
“En realidad testeábamos a todos, antes de aparecer en cámara. Claro que no pudimos hacerlo en la conferencia de armas donde incluso nos dijeron que si la gente sentía que eras un infiltrado, conseguían gente positiva con CONVID-19 para escupirte. Fue la primera vez en mi vida que tuve que pasarme cinco días seguidos viviendo como si fuera el personaje. Fue lo más difícil que tuve que hacer en toda mi carrera como actor”.
-¿No tuviste miedo que los fanáticos republicanos armados te descubrieran cuando subiste al escenario para ridiculizarlos como racistas y falsos conspiradores?-
“Y, sí, estaba aterrorizado porque fue la primera vez que mi guardaespaldas me dijo que tenía que usar chaleco antibalas. Y hubo otra escena que cortamos… en una honesta conversación con mi guardaespaldas me dijo que si una sola persona llegaba a disparar, todos iban a dispararme también. Y por eso es que construyó un amplificador enorme que incluso se ve arriba del escenario y esencialmente es a prueba de bombas y había sido construido para soportar un número infinito de balas. Fue una locura”.
-¿En la entrega de premios del Globo de Oro incluso agradeciste a tu guardaespaldas, sin poder nombrarlo?-
“Sí, sí, no quiere nada de publicidad porque tuvimos varias situaciones peligrosas. Te aseguro que fue la producción de cine más peligrosa que hice en mi vida, pero también creo que el riesgo valió la pena, porque me preocupaba muchísimo el Trumpismo y el peligro de nuestra democracia con las elecciones. Todos teníamos miedo de las mentiras, el odio y las teorías de conspiración que expresaba el Presidente propagándolas por los medios sociales. Por eso nos arriesgamos tanto, aunque es cierto que hay situaciones que jamás me atrevería a vivir otra vez”.
-La actriz Maria Bakalova se convirtió así en la nueva estrella de la temporada de premios como la gran revelación detrás del rol de la hija de Borat, ¿hasta qué punto pudieron confiar en que ella podía improvisar al mismo nivel de Borat con gente real como Giuliani?-
“Sabíamos que ella era única, como también sabíamos que no íbamos a poder filmar nada sin conseguir la persona indicada para el rol de la hija de Borat. Y sí, Maria Bakalova es una total revelación. El coraje que tuvo para las escenas con personas reales, también me asombró a mí, porque muchos de ellos eran bastante peligrosos y ellas se mantuvo en el personaje por horas. Es una verdadera actriz”.
-¿Y así como ella es la gran revelación del año, qué significa para Sacha Baron Cohen recibir tantos premios y reconocimientos por un personaje como Borat?-
“Es maravilloso. El reconocimiento es fantástico, en especial por todo el equipo de filmación que se arriesgó a ir a la cárcel, de verdad. Pasamos todos por situaciones muy peligrosas, más allá del COVID-19. Para alguien que creció al Norte de Londres, sin conocer a nadie que fuera actor, llegar a tener un show de TV ya había superado mis sueños. Filmar después una producción de cine... increíble. Y los premios, ni hablar”.