Mientras la Dirección de Ecología busca ahuyentar a las palomas en el Centro Histórico, principalmente de la Plaza de Armas, vendedores ambulantes ofrecen alimento para las aves, atrayendo más parvadas.

En bolsitas de hule, los ambulantes venden por 10 pesos grano y semillas de sorgo, avena, trigo y maíz, para que los paseantes puedan alimentar a las aves y disfrutar de cerca su vuelo.

Los paseantes lanzan al suelo puños de alimento para que las palomas bajen a la Plaza y puedan incluso capturarlas y acariciarlas, para después soltarlas al vuelo.

De acuerdo con los vendedores, quienes vieron en esta venta un negocio fructífero, no se tiene alguna restricción ni han recibido notificación alguna para retirarse. 

Sin embargo, esta práctica no contribuye a las acciones que impulsan e implantan las autoridades municipales para erradicar la sobrepoblación de palomas.

Según Ecología Municipal, estas aves generan el mayor deterioro arquitectónico con los desechos fecales, en las fachadas de monumentos históricos, afectando además el patrimonio cultural de la zona.

El 9 de febrero de este año, la Dirección de Ecología anunció que buscará colocar búhos de plástico que ahuyenten a la sobrepoblación de las palomas en el Centro Histórico.

Lo anterior, debido al deterioro arquitectónico que provocan los deshechos fecales en la fachada de monumentos históricos, entre los que destacan el Palacio de Gobierno, Plaza de Armas, la Catedral de Santiago, el Teatro García Carrillo y otros edificios de alrededor.