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Director del FBI testificará sobre el asalto al Capitolio ante el Congreso
El director del FBI Chris Wray se apresta a testificar ante el Congreso, donde probablemente será increpado sobre si la agencia estuvo preparada adecuadamente para responder al asalto al Capitolio el 6 de enero.
Se estima que las interrogantes en cuanto a la preparación del FBI de cara a la posibilidad de violencia de ese día dominen la audiencia ante la Comisión de Asuntos Jurídicos del Senado, así como sobre la manera en que agencia está encarando la amenaza a la seguridad nacional que plantean y los nacionalistas blancos y otros grupos violentos.
El violento ataque al Capitolio por partidarios del entonces presidente Donald Trump dejó al descubierto que el FBI, totalmente reestructurado después de los ataques terroristas del 11 de septiembre del 2001 para encarar al terrorismo internacional, está teniendo dificultades para proteger a la ciudadanía de la violencia de grupos ultraderechistas dentro de las fronteras del país. El gobierno del presidente Joe Biden ha encargado a su director de inteligencia nacional a que coordine con el FBI y con el Departamento de Seguridad Nacional para evaluar la amenaza.
Wray ha mantenido un bajo perfil desde el asalto al Capitolio. Si bien ha informado de manera privada a los congresistas a sobre lo ocurrido y ha compartido información con otras entidades policiales, la interpelación del martes será su primera desde las elecciones presidenciales de noviembre.
Hay quienes han cuestionado si el FBI estuvo debidamente preparado para la posibilidad de un episodio como el ocurrido en el Capitolio, y si ignoró advertencias sobre el potencial de violencia en esa fecha.
La semana pasada, por ejemplo, el comandante interino de la Policía del Capitolio declaró que un reporte del FBI del 5 de enero llegó a investigadores y a la unidad de inteligencia, pero no alcanzó a los rangos más elevados. Ese documento advertía sobre mensajes colocados en internet según los cuales “habrá guerra” al día siguiente en Washington. El FBI sostiene que el texto, que según dice estuvo basado en información no corroborada, llegó a su unidad antiterrorismo.