Una mascota es tema de emoción para muchos, por tratarse de un nuevo miembro de la familia, verlo crecer, educarlo y cuidarlo. Sin embargo para muchas personas, con el paso del tiempo estas son cosas que tristemente se olvidan o pasa la “novedad” y se convierte en una carga, una molestia.

Aunque se trate de un animalito, el adquirir una mascota supone un alto nivel de compromiso y responsabilidad como el tener una pareja, un amigo, o un nuevo integrante en la familia. Se trata de alguien más que depende de nosotros, que en muchos casos es indefenso y somos nosotros quienes velamos por sus necesidades. Adoptar una mascota es un compromiso de por vida, que depende de amor incondicional, disposición y responsabilidad para perdurar. Todos demostramos el amor a nuestras mascotas de diferente manera, en las atenciones que les damos, el cariño y el tiempo que les dedicamos.

Del perro, por tratarse del “mejor amigo del hombre” podemos esperar lealtad, nobleza y colitas hondeando en el aire que caracterizan a un amigo fiel.  Sin embargo lo que demos a nuestros perros, es lo que recibiremos de ellos a cambio. Son seres tan inteligentes y agradecidos que son capaces de crear vínculos muy especiales con sus dueños, pero toma su tiempo y mucha paciencia por nuestra parte, por intentar entenderlos y educarlos. Si por el contrario perdemos la paciencia y los maltratamos, el animalito no desarrollará más que un sentido de temor, estrés y comenzará a actuar a la defensiva. Con los gatos funciona un poco diferente. Por naturaleza son animales más independientes que el perro. Adoran la compañía y dormir en nuestro regazo, o acostarse sobre el teclado de tu lap top mientras trabajas, pero habrá días en los que preferirán el rincón más silencioso y solitario para descansar. Su carácter es un tanto voluble y no dudarán en marcar sus propios límites hacia nosotros, aunque en otras ocasiones pierdan el orgullo y regresen a ti minutos después con una presa del terreno de al lado como regalo, rozándose entre tus piernas y dejando que su sangre corra con tanta felicidad que produzca ese sonido tan adorable y relajante que conocemos como ronroneo.

Como dueños responsables podemos demostrar el amor a nuestras mascotas cuidándolos, haciéndonos cargo de sus necesidades, teniéndoles paciencia en su proceso de aprendizaje, crecimiento y adaptación. Ellos como nosotros necesitan y esperan todo esto de sus seres queridos, y tenemos mucho que aprender de ellos sobre el amor y la amistad más sincera que se puede encontrar en el mundo natural.

En Brigada Rescate trabajamos día con día para fomentar más relaciones con este tipo de amor, y velando por los animalitos que están en la calles y no han tenido esta fortuna. Tu puedes ayudar adoptando, siendo voluntario o enviando un donativo para apoyar esta causa a nuestra cuenta (2872706 BANAMEX ). Colorado junto con los más de 30 perritos que están con nosotros están esperando encontrar un hogar y una familia que los ame tanto como ellos saben amar. Consulta nuestra página de Facebook para más información, y síguenos también en Instagram. #JuntosDejamosHuella.