Ante la caída de los ingresos federales, la administración estatal recortó su gasto en nómina, servicios generales, intereses de la deuda pública y la inversión en infraestructura durante el 2020. Lo anterior para hacer frente a gastos extraordinarios por la pandemia.

De acuerdo con el Estado de Actividades del 1 de enero al 31 de diciembre de 2020, publicado por la Secretaría de Finanzas, la entidad cerró el 2020 con ingresos por 52 mil 283 millones de pesos, tan sólo 528 millones de pesos menos de lo recaudado en el 2019.

Sin embargo, la entidad asumió gastos y compromisos de pago por 53 mil 80 millones de pesos, por lo cual quedaron pendientes en el ejercicio 796 millones 597 mil 681 pesos. Esta cifra contrasta con el 2019, cuando quedaron como ahorro 564 millones de pesos al final del ejercicio.

Aunque en conjunto los recursos federales se incrementaron mil 919 millones de pesos en comparación con 2019, estos estuvieron muy por debajo de la cifra proyectada y de acuerdo con la Administración Fiscal General fueron más de 3 mil millones de pesos que se programaron y no llegaron a las arcas estatales.

Para hacerle frente a los recortes, la entidad disminuyó en mil 555 millones de pesos sus gastos de funcionamiento en el 2020, comparado con su gasto en el 2019; eso representa que la mayor parte se recortó en nómina o sueldos: mil 128 millones de pesos menos que en el 2019.

Sin embargo, la afectación en los ingresos también le pegó a la infraestructura, porque 940 millones de pesos se tuvieron que dejar de invertir en el 2020 en comparación con 2019; en esta área la compensación se dio a través de programas como “Vamos a Michas”, por medio del cual se hicieron obras entre estado y municipios, y para el 2021 se prevé una recuperación con el uso del esquema de Asociación Pública Privada (APP).

La reestructura de la deuda pública también dio resultado, porque se tuvo un ahorro en este rubro de 564 millones de pesos; la mayor parte fue en el pago de intereses.

El gasto se redireccionó para hacer frente a la pandemia con ayudas sociales, que fueron los programas emergentes para detener la propagación del COVID-19, así como los gastos extraordinarios en material, insumos y equipo, así como la contratación de personal médico para aumentar la capacidad de atención de los coahuilenses ante la pandemia.

AUGURAN OTRO AÑO A LA BAJA

En el 2021 los ingresos federales para Coahuila no son halagüeños: de entrada el Presupuesto de Egresos de la Federación estimó mil 500 millones de pesos menos para la entidad, y en caso de no cumplirse los pronósticos de recuperación económica para el país, se volverán a sufrir recortes como en el 2020.

Javier Díaz González, administrador fiscal general, dijo que “sabemos que vamos a tener descuentos y recortes en Participaciones Federales en el 2021, así como en el 2020 fuimos el cuarto estado más afectado. Todo está muy complejo, porque tan sólo en el Presupuesto Federal está previsto que la entidad recibirá mil 500 millones de pesos menos”.

Explicó que si el pronóstico de crecimiento de 4.6 por ciento del PIB no se alcanza a nivel nacional, entonces todas las entidades y municipios recibirán menos dinero, como sucedió en el 2020.

La estrategia de Coahuila, además de tener un plan de austeridad y darle prioridad a sectores como la salud, reactivación económica y la seguridad, también en recaudación se busca que los ingresos propios no caigan y por eso se están dando estímulos fiscales, pero además se busca ampliar la base de contribuyentes, pues este año no hubo ni nuevos impuestos, ni tampoco incremento de los existentes, salvo la inflación.