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Presidente Biden
Ha transcurrido ya la primera semana de Biden en la Casa Blanca y el notorio silencio de estos días, tras el ruido político generado por Trump, pareciera un oasis, una pequeña isla de tranquilidad en medio de la tormenta que produce la pandemia. Este remanso es quizá el respiro que, al menos en lo político, muchos buscamos y anhelamos.
No podemos regatear méritos a Twitter, esa mamá levemente libertina, que decidió embozalar al ahora ex Presidente de los Estados Unidos, cuando aún se encontraba en funciones. La decisión, como sabemos, desató un intenso debate en torno a la universalidad de la libertad de expresión.
López Obrador no fue el único que criticó la medida adoptada por la poderosa red social, también lo hicieron el francés Emmanuel Macron y la canciller alemana Angela Merkel, cuyas credenciales formalmente democráticas están fuera de duda. Quizá tengan razón, la libertad de expresión es sagrada aunque algunas expresiones resultan absurdas. En todo caso, dar vuelta a la página de Trump, nos ha traído algo de paz mental, quizá ocurra eso mismo cuando terminen las mañaneras el 1 de diciembre de 2024.
Joseph R. Biden ya es Presidente de los Estados Unidos. Cuando inició su carrera, rindió protesta como el Senador más joven en la Historia del Congreso. Lo hizo desde el hospital donde acompañaba a sus dos hijos convalecientes del accidente que costó la vida a su esposa e hija. Esta vez, con 78 años de edad, asume la presidencia como el Presidente de mayor edad en la Historia de los EU. En caso de que decida buscar la reelección, lo hará con 82 años. Ya se verá qué le depara la vida y la salud que, como bien sabemos, nadie tiene aseguradas.
Por lo que alcanzamos a percibir, Biden entró con el pie derecho, como suelen hacerlo la mayoría de los Presidentes en regímenes democráticos. Las oposiciones de la derecha radical cometieron un error táctico al tomar por asalto el edificio del Congreso. Esa acción provocó pánico en muchos estadounidenses que decidieron refugiarse en el centro del espectro político y buscaron deslindarse del incendiario discurso de Trump y sus seguidores extremistas.
En ese escenario cayó bien el llamado a la unidad de Biden. Llega un momento en que harta la confrontación permanente, y así como así, pierden fuerza los rijosos. Ayudó también que Trump moderará su discurso incendiario, sea porque le fueron impuestos ciertos límites o porque se los haya puesto él mismo. Tal parece que entre su narcisismo y su sentido práctico, ganó este último.
Los primeros días de Biden tuvieron su simbolismo, pero también acciones. El pueblo afroamericano y las mujeres acapararon los reflectores del momento, gracias a Kamala Harris como primera vicepresidente de ese país; Biden sorprendió a la comunidad hispana al colocar en un estante, tras su escritorio del despacho oval, un busto de César Chávez, el legendario líder de los trabajadores agrícolas. El mensaje de tres ex Presidentes, Bush, Obama y Clinton, vigorizó la unidad nacional, con su llamado a cerrar filas en torno a Biden y a la reconciliación, la concordia y el debate civilizado.
Repito, el asalto al Congreso fue la gota que derramó el vaso, dejó miedo y preocupación, quiero creer que el centro empieza a ponerse de moda y eso es bueno.
Por último, destacan las acciones ejecutivas tomadas por Biden en su primer día de gobierno: detiene la construcción del muro fronterizo, reactiva programas que protegen a los hijos de migrantes que fueron llevados a Estados Unidos siendo niños. Estados Unidos regresa al Tratado de París y a la Organización Mundial de la Salud, decisiones que suman la fuerza de la gran potencia a los esfuerzos globales en dos temas muy graves e importantes, salud y medio ambiente.
Son signos positivos, aunque de momento son sólo decretos que otro podrá revertir o que pueden desbaratarse en la Suprema Corte. Biden y el Partido Demócrata tienen mayoría en ambas cámaras, no hay pretexto que valga, ¿presentarán o no iniciativas de ley que consoliden en los hechos y de manera legal, lo que tanto prometieron en el discurso?
@chuyramirezr
Jesús Ramírez Rangel
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