Los que se metieron en problemas laborales son los administrativos de la Fiscalía General del Estado (FGE) al exigir la renuncia a uno de los empleados con más de 30 años de antigüedad, situación por la que le sobrevino una embolia.

Los hechos ocurrieron el pasado 1 de enero en la delegación sureste de la FGE.

El afectado, Enrique Morales, de 60 años, y que padece de una discapacidad al caminar, cumplió tres décadas como secretario mecanógrafo.

Tramitó su jubilación misma que le fue autorizada por el sindicato al que pertenece.

Le informaron que dejaría de laborar a partir del 2 de enero y tenía que notificarle a la institución.

Como despedida sus compañeros de oficina le hicieron una breve despedida con sana distancia.

Sin embargo, esa tarde del 1 de enero cuando le tocaba trabajar de guardia, fue requerido de carácter urgente en el área administrativa para hablar de su situación laboral.

Presuntamente en las oficinas de delegación le pidieron su renuncia para permitirle su jubilación.

El empleado no quiso aceptar la propuesta para no verse afectado en su retiro.

Se especuló que se desató una discusión pues empezaron a presionar al trabajador para que aceptara su renuncia.

Ya en su oficina aseguran sus compañeros a El Guardián que el hombre dejó de movilizarse.

Se mantuvo observando al resto de sus colegas y detectaron que algo grave le ocurría.

Solicitaron una ambulancia que se encargó de llevarlo a la clínica del ISSTE, donde se reportó delicado, los médicos le diagnosticaron una embolia.

Ayer por la tarde sus familiares notificaron que el hombre presenta mejoría en su salud.