Un estudio de la Universidad de las Islas Baleares y la Universidad de Santiago de Compostela demostró que el 90% de los hombres creen que el sexo real es igual que el porno.

El estudio se basó en encuestas aplicadas a 101 estudiantes de entre 18 y 26 años que pertenecen a ocho universidades de España. Fue publicado bajo el título de “Pornografía y educación sexoafectiva”.

Algunos de los hallazgos más destacados son los siguientes:

6% de los hombres estrevistados afirma que pagó por tener sexo después de ver pornografía,
11% de las mujeres admite que recibió violencia de su pareja sexual,
56% de los estudiantes universitarios, hombres y mujeres, inició a ver pornografía en internet cuando tenían 15 años o menos.
30% de los hombres y 15% de las mujeres ven pornografía por internet a diario.
Los autores del estudio señalan que la pornografía que los jóvenes consumen en internet contiene todo tipo de prácticas sexuales, desde convencionales hasta prácticas de riesgo.

Otro de los datos encontrados es que 60% de los jóvenes no considera que consumir porno tenga una repercusión negativa, pero 16% piensa que sí podría generar violencia contra las mujeres.

El 60% de los hombres y el 40% de las mujeres encuestadas consideran que la pornografía es igual que el sexo real. Los especialistas advierten que cada vez más chicos buscan replicar prácticas de riesgo y violentas en sus relaciones.

Algunas de las prácticas de riesgo identificadas son sexo sin condón -55% de los hombres y 24% de las mujeres lo hicieron-; sexo en grupo -18% de los hombres y 6% de las mujeres lo hicieron- y grabar desnudas a otras personas -13% de los hombres lo hicieron-.

Los investigadores también encontraron que 11% de las mujeres recibieron asfixia y 5% recibierojn golpes después del acto sexual.

Sugieren programa para evitar educación con porno

Los profesores de la Universidad de las Islas Baleares y la Universidad de Santiago de Compostela que hicieron el estudio concluyen que en España es necesario un programa educativo de sensibilización afectiva y sexual que no se centre en la salud reproductiva.

“Si las y los adolsescentes no encuentran respuestas satisfactorias en la familia y los centros educativos, seguirán buscándolas en la pornografía y la prostitución, lo que supone un alto riesgo de perpetuar la violencia hacia las mujeres”.