Manolo Jiménez Salinas. Mañana lunes presentará su Tercer Informe de gobierno el Alcalde de Saltillo. Aunque debemos decir que es la seguridad pública lo que más destaca de su gestión municipal. Esta capital es de las más pacíficas en todo México. Con un fino sentido de las realidades, Manolo ha escogido ser, antes que empresario, un verdadero político. De tiempo completo, fiel a su partido y sin el pecado de ser un tránsfuga de algún otro. No es un joven viejo sino un joven apreciado por la juventud y también, hay que decirlo, respetado y querido por los adultos mayores. Manolo no tiene querellas generacionales. Y qué bueno que no es un intelectual porque estos lo tildarían de político. Llega pues Manolo a su tercer informe de gobierno con su reconocida sobriedad, su fuerza juvenil y su gran determinación. Y con mucha intuición para afrontar los desafíos de su amplio futuro. Dirán que esto es un panegírico. No es así. Esta es una realidad política.

Santana Armando Guadiana Tijerina. Este senador de Morena quiere ser alcalde de Saltillo. No conecta con los jóvenes porque lo ven como un viejo rodeado de viejos. Ni con los viejos porque él se siente un pipiolo. Tampoco conecta bien con la izquierda donde lo ven como un tránsfuga. No es visto como intelectual aunque haya sido maestro de Colosio. Ni tampoco es un político de firmes convicciones por sus mudanzas ideológicas. Guadiana es un empresario minero con toda la carga de explotación inherente a esa industria extractiva. Tiene sobrados recursos para financiar campañas, prestar aviones, comprar candidaturas y allegarse voluntades. Es un empresario de la política y siempre ha tenido ese aire familiar a lo sospechoso. Ahora vocifera que aborrece al PRI. Y es que hoy Guadiana es izquierdista. Sí, es cierto, pero de la izquierda caviar. Es como si Germán Larrea o Alberto Baillères se dijeran izquierdistas. ¡No manche, don Santana!

Los Emilianos del salinismo. Este grupo político de Carlos Salinas de Gortari tiene en común el haber nombrado a alguno de sus hijos como “Emiliano”, en alusión a Zapata. Emiliano Salinas Occelli es el más destacado de esos juniors y el más patético de todos. Se le acusa de haber pertenecido a la secta sadomasoquista NXIVM y el haber sido humillado en la misma a los niveles de la más baja dignidad. Una vergüenza para el Caudillo del Sur. Al igual que todos esos Emilianos juniors del agrarismo caviar.

Los hijos de Martha Sahagún. La muerte del empresario guanajuatense Felipe Tomé Velázquez nos lleva por asociación a los Bribiesca Sahagún. Empresarios entrevistados por el suscrito en la Riviera Nayarita, lugar donde apareció el cuerpo de Tomé, aseguran que era prestanombres de los Bribiesca. No se pretende culpara a los juniors de Martha sino llamar la atención respecto a su incalculable fortuna inexistente hasta que la señora Sahagún se convirtió en la pareja presidencial cogobernante de este País. Estos juniors reciclaban botellas de plástico para sobrevivir. Con Martha en el poder la fortuna llegó y hasta línea aérea de millones de dólares les fue concesionada por la SCT de Pedro Cerisola. Se debe investigar la repentina y exorbitante riqueza de estos beneficiarios del poder. ¿Acaso AMLO los dejará impunes?