‘Mi esposo fue un hombre maravilloso; incorruptible. Hasta el final se dedicó a servir y luchar’, afirma Griselda Ana María Ramírez

Rosendo Burciaga no se arredró ante ninguna batalla —política y de las otras—, en su corazón estaba el PAN y una inclinación a ayudar a los más necesitados. Aunque en octubre pasado falleció por COVID, nunca fue su víctima
Embajador. En Estados Unidos representó dignamente al PAN y sus ideales.

MONCLOVA, COAH.- La misión en la vida de Rosendo Humberto Burciaga Saucedo fue  el crecimiento del Partido Acción Nacional y ayudar a los más necesitados. Su fortaleza era de tal dimensión, que aún y cuando lo secuestraron, torturaron y ocasionaron 16 fracturas, sacó fuerzas para continuar su labor altruista que cumplió hasta sus últimos días.

El saltillense egresado de la Universidad Autónoma Agraria Antonio Narro inició su camino en la política a los 18 años con el partido albiazul, siguiendo los pasos de su hermano mayor Lorenzo.

Cambió su residencia a Monclova y comenzó a fundar comités locales del partido en gran parte del norte de Coahuila. Burciaga Saucedo siempre fue reconocido por su activismo y solidaridad.

Corrían los años 80 y en aquellos tiempos comenzó una etapa de riesgo para el político panista, ya que un grupo de choque del Partido Revolucionario Institucional (PRI) ejercía violencia para minimizar el movimiento que llevaban a cada rincón del estado.

El gobernador en turno, José de las Fuentes Rodríguez, en varias ocasiones le buscó para ofrecerle dádivas a cambio de que abandonara su partido, que tomaba peso en el estado.

Influencia. Cercano a líderes políticos, él líder también; Rosendo Burciaga sabía desenvolverse en todos los campos de la sociedad.

LAS TENTACIONES DE PODER

En primera instancia fue un cheque en blanco, para que Rosendo le pusiera la cantidad que quisiera y lo rechazó.

Su esposa, Griselda Ana María Ramírez Sánchez, dijo a VANGUARDIA que incluso en una ocasión le llegaron camionetas como regalo del Gobernador, pero su esposo le contactó y le pidió las retiraran o no se haría responsable.

En 1987 había campaña electoral en el estado,y en Monclova el candidato a la alcaldía era Carlos Páez Falcón; cuenta que los ánimos estaban a flor de piel en el ámbito político.

Fue en aquel año, tras rechazar las propuestas del Gobernador en turno, que Burciaga Saucedo sufrió un atentado contra su vida.

Fue secuestrado antes de un mitin de Páez Falcón. Unos hombres le golpearon y torturaron por horas y finalmente le tiraron en un terreno baldío, pensando que le habían asesinado, pero sobrevivió.

TESTIMONIO DE UN ABUSO

“Estaba embarazada de mi segundo hijo, salimos de consulta de la ginecóloga, hizo alto y le chocan por atrás, eran dos camionetas de la CTM con logotipos, él se bajó y los hombres que se bajaron de las camionetas le dieron con unos bates, él sí logró pararse, lo veo por el espejo y él me gritó que me fuera, eran siete, ocho, muchos, no lo podían dominar”.

“Trataron de sacarme, forcejeó y me fui corriendo con mi ginecóloga que estaba a una cuadra de donde pasó todo, ese día había un mitin con don Carlos Páez… no recuerdo cómo llegué a su casa”, comentó Griselda Ana María.

Cuando encontraron a Rosendo los médicos decían que parecía un milagro, tenía al menos 16 fracturas en diferentes partes del cuerpo, pero se recuperó a los pocos días y escribió una carta donde perdonó a sus agresores.

“Me rompieron los huesos pero el espíritu jamás. Mi vocación me enseña a seguir luchando por la democracia promoviendo el bien común y buscando el equilibrio de los ideales de justicia y libertad, ese es mi sentimiento y será la forma de actuar en tanto Dios me lo permita…”, publicó.

Impacto. En vida Rosendo fue reconocido... también al morir.

Y EL ACOSO NO PARÓ

Posterior a ello, de nueva cuenta agentes investigadores le visitaron para exigirle que no señalara a miembros del Gobierno como sus agresores, este se negó y al ver el riesgo en el que se ponía y junto con él a su familia, buscó apoyo del diputado José Angel Conchello y Manuel Clouthier “Maquío” para salir del país.

Solicitó asilo político al gobierno de Estados Unidos, se le otorgó y al vecino país viajó junto a su esposa y sus dos primeros hijos.Fue así que el panista se convirtió en el primer político de México con este beneficio.

Al estar radicando en ese país se relaciona con más panistas y fue nombrado primer representante del PAN en Estados Unidos. Allá comenzó su activismo en apoyo a migrantes de México y otras partes del mundo.

Fue presidente de uno de los más de mil concilios Lulac, organización hispana que promueve la condición económica, el éxito educativo, la influencia política, la vivienda, la salud y los derechos de civiles de los hispanoamericanos en Estados Unidos.

Colaboró con autoridades de ese país para la fundación de consulados móviles en las embajadas de México, logró conseguir visas humanitarias entre muchos otros apoyos para personas necesitadas.

Viajó a Jerusalén a reunirse con miembros de esta organización a donde llevó su bandera de la paz, pero también del PAN.

SIEMPRE CERCA DE COAHUILA

De la mano de su esposa, creó la Federación de Clubes Oriundos de Coahuila y con los donativos que recibía en EUA comenzó a hacer viajes a su estado natal, entregando apoyos a personas necesitadas en los municipios de la entidad.

Cada 15 días, o cuando se presentara un donativo grande, llegaban con aparatos ortopédicos, camas de hospital, equipo médico, equipo quirúrgico, estos en ocasiones se han entregado incluso a hospitales de Monclova.

En sus últimos viajes; apenas el pasado mes de septiembre, entregó 15 tanques de oxígeno en apoyo a las familias que atraviesan por un contagio de COVID-19 y no tienen recurso para poder adquirirlo.

Fortaleza. Sufrió un artero ataque, aun así perdonó a los agresores en una carta pública.

Y ENTONCES FUE VÍCTIMA DEL MAL QUE COMBATIÓ

Los primeros días de octubre comenzó a tener ataques de tos, mucho cansancio, lo cual era extraño en su persona.

“Se quedó aquí, entregando apoyos, tanques, ayudando a personas, llevando pañales y él dijo que sentía que en casa se enfermó”, comentó su ahora viuda..

Por su problema de salud decidió quedarse en Monclova hasta mejorar un poco.

“Me habla y me dice: ‘mija no me siento bien, ando muy cansado’; y él era una persona que para las siete de la mañana ya estaba levantado y trabajando.

“Le hablé a Pedro Magaña y pedí que no lo internaran, pero hubo necesidad e ingresó al hospital el viernes 9 de octubre” , narró su esposa Griselda Ana María.

Estuvo 15 días en el Hospital COVID, subió al piso 3, tuvo altibajos y de acuerdo a video llamadas se veía que en algunos días tenía un mejor semblante.

Sin embargo, una enfermera del mismo hospital les recomendó sacarlo de ahí para llevarlo a una clínica donde le ayudarán con tratamiento.

La esposa e hijos del político viajaron a Monclova, rentaron una ambulancia aérea y lo trasladaron a un hospital de Texas.

“Él todavía estaba consciente, pero cuando llegó con sus médicos y especialistas, nos dijeron que qué habían hecho con él”, dijo doña Griselda.

Asegura la viuda que antes de emprender su último viaje a Monclova, sus médicos le diagnosticaron buena salud, sin ningún padecimiento o enfermedad crónica degenerativa y al verlo en el estado en el que lo regresaron a Texas, afirmaron que en su atención en Monclova abusaron del oxígeno y no le dieron tratamiento para combatir la enfermedad.

“Una enfermera del hospital nos dijo: ‘o lo sacan o se les va ir, no hay especialista, no hay doctores generales y son nuevos y algunos están atendiendo por videollamada”, dijo quien fuera esposa del ahora fallecido.

Ya en manos de sus médicos le colocaron plasma y le intubaron, pero no pudieron salvarle la vida, lamentablemente falleció una semana después, justo el día 30 de octubre.

Fue velado y despedido por su esposa Griselda, sus hijos Jorge Humberto, Eduardo Maquio, Grissella, Mariana, Yelitza Abby, Joselin Sarahí, nietos y amigos cercanos, después fue incinerado.

ESPECIAL

SU LEGADO DEBE CONTINUAR

La misión de Rosendo Burciaga no ha terminado, aunque físicamente ya no está, su familia continuará con la entrega de apoyos, tal y como lo hubiera deseado el panista.

“Mi hijo el mayor, Jorge Humberto, dijo: ‘mi papá no ha muerto, mi papá va a seguir, cuando termine el funeral vamos a limpiar la bodega de andaderas, pañales y todo lo que tenía y pasamos la camioneta para entregarlo”, dijo la mujer.

La familia de Rosendo Burciaga comenzará a trabajar con la asociación “Manos de Acero de Monclova”, para continuar entregando ayuda a los que menos tienen.

“Mi esposo fue un hombre maravilloso, excelente, incorruptible, él nunca se corrompió políticamente hablando, fue un ser extraordinario que siempre vio la necesidad del que estaba enfrente de él”, concluyó conmovida Griselda Ana María Ramírez Sánchez.