Del tiempo aciago Mayelo Cársol sacó provecho y en medio de la cuarentena, años después de haber dejado su trabajo artístico, tomó nuevamente la pintura y creó la serie “Espíritu neutro” con la cual regresa a exponer, con el apoyo de la Taberna El Cerdo de Babel.

Compuesta por autorretratos y retratos en los que el rostro es, explicó el autor en entrevista con VANGUARDIA, un mero conducto para expresar las emociones de momento en que fueron creadas las obras, esta exposición se inaugura hoy, martes 3 de noviembre a las 19:00 horas en el bar del Centro Histórico.

“Voy a exponer unos retratos que hice en el tiempo que estuve guardado. Me di más el tiempo de poder retomar la pintura, ya tenía tiempo sin hacer nada de eso. Son retratos y autorretratos”, explicó Cársol sobre la muestra.

“No me había dado cuenta lo valioso que es mi tiempo. Siempre estamos haciendo muchas cosas y a veces no tenemos tiempo para hacer las cosas que verdaderamente nos llenan y estar ahí encerrado sí me hizo valorar eso, el tiempo que, no perdí, sino que invertí de manera diferente en otras cosas”, agregó como una de las reflexiones que surgieron durante la cuarentena.

Tras casi 6 años de no exponer y dedicar sus esfuerzos a diversos proyectos —entre ellos el Estudio 280—, la pandemia le dio el tiempo para retomar la creación artística y con esta serie comparte su proceso y sus emociones durante este periodo.

“Estando solo siento que empiezas a extrañar a las personas y fue parte de eso, recordar lo que viví con ellos. A veces tú eres el punto que los une, porque muchos de ellos no se conocen y por ahí va lo del título, pues es [el espíritu neutro es] un licor, un destilado de algo, que no tiene olor, color, sabor, simplemente te embriaga, es como lo que siento que yo sentía, no sabía si era felicidad o tristeza pero me sentía muy embriagado de estas cosas”.

Ahora que esta de vuelta, sin embargo, considera que no podría dejar la creación nuevamente.

“Ya lo retomé y yo creo que ya no lo voy a soltar, ya invertí mucho tiempo en hacer muchas cosas que yo pensaba que eran importantes pero lo que verdaderamente me interesa y me gusta hacer es esto. Me tronó la tacha de la creatividad y ya me quedé en el viaje, le voy a seguir y hasta donde tope”, dijo.

Sobre la exposición explicó que aunque son retratos el objetivo no es pintar a sus modelos, sino que, a través de ellos, pueda pintar lo que siente en el momento.

“Son casi puros retratos, pero los rostros son meramente un pretexto para captar lo que siento en ese momento. Es muy espontáneo, uso un rostro para echarle lo bien o mal que me pueda sentir, es como descargarse de algo”, comentó el autor, “las piezas sí están medio oscuras pero no tanto, es así como la variante emocional del encierro. Siento que se nota ahí mucho”.

Otro de los detalles que destacó de su obra es que, por la misma cuarentena, padeció escasez de material, pero ya estando tan metido en la creación este fue un inconveniente menor y encontró la manera de continuar creando a pesar de ello.

“Cuando estaba pintando las tiendas estaban cerradas y yo tenía muy poco material, entonces ahí se ve un cambio de tonos, de una tinta negra, a una azul, a una verde; fui usando lo que tenía a mano, fue un resultado de que se me fue acabando el material, también lo que varían los tamaños es resultado de eso”, comentó el artista, quien también señaló que estos detalles a simple vista podrían pasar desapercibidos, pero que le gustaría que el público reconozca.

Gran parte de la serie, agregó, fue creada en una noche de intensa creatividad, otro aspecto del proyecto que quiso destacar y que considera valioso, pues también le hizo recordar la emoción de hacer arte.

“Casi terminé una serie completa, una serie que tenía, 5, 6 años o hasta más tratando de terminar, la acabé prácticamente en una madrugada y está muy loco eso, darme cuenta de que estuve invirtiendo mi tiempo en cosas que sí, te dejan lana, pero no te dejan nada para ti”, concluyó.

Estudio 280 continúa

El también gestor cultural comentó que aunque la pandemia los afectó Estudio 280 seguirá activo en la ciudad, con más propuestas para el futuro.

“Continuamos, de hecho vamos a poner un barecito aquí en nuestro espacio, pero vamos a continuar como 280, no lo vamos a dejar y vamos a seguir terqueando”, comentó.

“Sí nos afectó a todos pero a nosotros, que podría decirse que vivimos de la interacción con la gente sí bajó muchísimo. De no haber sido por los ahorros y lo que fuimos guardando no sé cómo le hubiéramos hecho. Para conservar el espacio y para sobrevivir nosotros”, agregó