Sin cumplir con los protocolos sanitarios de sana distancia y uso de cubrebocas, decenas de niños disfrazados acompañados de sus padres acudieron al centro de la Ciudad de México para pedir “calaverita”.

Aunque muchos solicitaron a los negocios cercanos dulces o dinero, varios de los establecimientos aledaños decidieron no ofrecer nada de esto a los niños para desincentivar la actividad.

Aún así cientos de personas caminaron por las calles del centro, mientras las cifras de contagio, y especialmente de hospitalizaciones, siguen aumentando en la capital.

Niños disfrazados como vampiros, fantasmas, diablos, personajes de películas, entre otras indumentarias, llenaron las calles pese a la cancelación de festejos del Día de Muertos, por parte de las alcaldías y el gobierno de la Ciudad de México.

En la zona incluso se observó a personas realizando maquillajes de catrinas, monstruos, entre otros personajes, a pesar de que esta actividad se prohibió debido al riesgo que conlleva compartir maquillaje.

Hasta el 1 de noviembre, la cifra de contagios por COVID-19 en el país asciende a 929 mil 392 y la de defunciones llegó a las 91 mil 895 víctimas, según cifras de la Secretaría de Salud.