Política rústica y chanflona

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Política rústica y chanflona

Foto: Vanguardia
“Queremos construir una nueva sociedad, una sociedad libre donde todos los hombres sean iguales, una sociedad donde prevalezcan la industria, el ahorro, la integridad y la rectitud, por lo que debemos eliminar todos los malos hábitos de la vieja sociedad”

Este Domingo pasado, se celebraron en Coahuila, elecciones para renovar el Congreso del Estado de Coahuila. El INE, al abstraer las elecciones, demoró este ejercicio por el tema de salud pública (SARS-COVID). Paso lo que todos esperábamos: el Partido Revolucionario Institucional arrasó en las elecciones; siendo el más preparado -y por mucho- en estrategia política con todos los asegunes que esto representa. 

No puse especial énfasis en un candidato en particular, pero percaté la particularidad de que solo un partido sobresalía por los demás en el Estado. Pero más allá de todo esto, y del arrastre institucional, cultural y racional; el PRI ganó por diversos factores que van relacionados con el Poder. Por ejemplo ¿Se obedece porque hay razones para obedecer? Considero qué en este caso en particular, existe un asunto racional, que va más allá de razones utópicas y morales que se creyeron en otro tempo. En resumen, el poder fija las razones y el criterio de racionalidad expresa su interés particular y lo hace universal. Así pues, decidir el sentido de un voto -obedecer- se da, en definitiva por razones de poder.

Por otro lado, mentir, inventar realidades, falsear hechos u alterar la verdad -ningún partido político está exento- se ha convertido en el pan y la sal de cada día. Esto ya es tan viejo como el debate público. Desgraciadamente en nuestro país, las mentiras pueden sobrevivir por largo tiempo, aún cuando se conozca que lo son. No entendemos, y desde ninguna trinchera, se oferta diferente. La obsesión rapaz por el poder en estos tiempos de agitación política, de incertidumbre económica y de precariedad en materia de salud, hacen a la mentira todo un arte:  la artimaña de hacer creer al pueblo falsedades saludables.

José Woldenberg en su último artículo para la revista NEXOS afirma “se requiere más arte para convencer al pueblo de una verdad saludable que para hacer creer y aceptar una falsedad saludable”. Nada más cierto. Añadámosle también el hecho que lo que se afirma, para efectos prácticos, obedecer-votar se vuelve una contradicción al unísono y colectiva. Los individuos obedecemos en contradicción de nuestras propias creencias, razones o valoraciones; inclusive en muchas ocasiones, no creemos que nuestra obediencia sea racional. Quizá, los ciudadanos no desean obedecer en ese sentido, pero su decisión-obedecer-votar está ya tan interiorizada antes de exteriorizarse, que obedecemos en contra de nuestras propias razones o nuestra conciencia sobre el deber. Se escucha muy desmedido y descomunal, pero la posibilidad de la desobediencia es casi inadmisible. Siempre existe la posibilidad latente de que el poder no dudará en hacer valer su razón última: la de la fuerza.

Pero para la fortaleza de una ideología política, siempre habrá personas dotadas de gran credulidad y partidos llenos de hombres viles y los genios más miserables. Las personas encomendadas a difundir lo que los otros pretenden, sondean una idea con una pequeña mentira, observan y luego reparten -para ser digeridos- los demás embustes.

La oposición -sea cual sea y si es que existe- no han subsistido ante un terreno hostil a la diferencia política (esto no es nuevo). La intolerancia, es parte del mexican curious y que fundó el autoritarismo mexicano, que ahora se replica a modo regional.

La paliza del PRI a los demás refleja lo siguiente: en Coahuila la oposición no existe porque no entienden y cometen los mismos errores, el PAN no representa casi nada y solo busca incomodar para recoger migajas. MORENA sin estructura electoral y divididos, se perfilan como segunda fuerza y quizá se acercan a un 20% de un voto duro. Los partidos morralla, sin arrastre, que inclusive sacaron más votos que el PAN en unas casillas pierden su registro.

Al tiempo y creyendo que el ser humano es propenso a mentir y las muchedumbres a creer todo, aspiro que se comience con un halo de verdad y de mayor participación democrática en esta nueva legislatura como por ejemplo, fomentando y dando más cabida a las iniciativas ciudadanas.

ABRAHAM ALVAREZ
@abraham_AAR