Monterrey, Nuevo León.- Ante el peligro latente de un rebrote de Covid-19, la Secretaría de Salud de Nuevo León se mantuvo firme en no permitir la reactivación de los salones de fiestas infantiles aunque este lunes, sus dueños y trabajadores realizaron una protesta.

Muchos de ellos vestidos de botargas se apostaron por la calle Matamoros para exigir que se reactiven sus negocios.

Denunciaron públicamente que tras siete meses sin trabajo ya se han ido a la quiebra 50 negocios de ese giro.

Perla Moreno, vocera de los inconformes, señaló que su situación económica ya no da para más.

“Nos cobran la renta y como nosotros permanecemos cerrados no podemos solventar esos gastos”, dijo.

Agregó que el gobernador, Jaime Rodríguez Calderón incumplió su palabra porque les prometió desde hace dos meses la reapertura.

Por su parte, el Secretario de Salud, Manuel de la O Cavazos reiteró que estos negocios no reabrirán, al menos en el corto plazo.

“El abrir los salones infantiles nos ocasionaría un serio problema de salud. Hemos platicado con algunos de ellos y  les hemos pedido que hagan una reconversión”, compartió.

Mencionó que pueden optar por otro negocio ya que por ahora es imposible que les permitan trabajar porque en los últimos días los casos de contagios, hospitalizaciones y fallecimientos han ido al alza en el estado.