A nivel mundial, la calidad del aire que respiramos se clasifica de la siguiente forma: de 0 a 50, buena, de 51 a 100, moderada, de 101 a 150 dañina a la salud de grupos sensitivos, de 151 a 200 dañina a la salud, de 201 a 300 muy dañina a la salud y arriba de 300 peligrosa. En Coahuila existen cuatro estaciones para medir la calidad del aire.

Las estaciones se ubican en Piedras Negras, Monclova, Saltillo—estación Finanzas, ya que se encuentra en el espacio físico de esta Secretaría por la calle de Castelar--y Torreón, estación Conalep, al parecer fuera de servicio. La información disponible ubica a Saltillo y a Monclova con calidad en el rango entre buena y moderada, con tendencia a empeorar, Piedras Negras con más de 400 tiene un nivel alarmante y para Torreón no encontré datos.

El Plan Estatal de Desarrollo de Coahuila, en su página 67 señala la necesidad de fortalecer el Sistema de Monitoreo de la Calidad del Aire. El documento rector en la materia es el Programa “Pro- Aire” del Gobierno del estado, para el periodo 2017-2026. Los seis indicadores empleados para medir la calidad del aire son: las partículas PM10 y PM2.5, el dióxido de azufre (SO2), el monóxido de carbono (CO), el ozono (O3) y el dióxido de nitrógeno (NO2). Se trata de un documento de 130 páginas, estructurado en seis capítulos con 19 medidas para enfrentar el problema de la calidad del aire que respiramos los coahuilenses.

El citado programa consigna lo siguiente, cito textualmente. “En general durante los años en que se realizó la evaluación de la NOM de calidad del aire, este sistema de Monitoreo de la Calidad del Aire presentó problemas operativos que provocaron que los equipos estuvieron fuera de operación, o bien que generaron poca información, por lo que no se obtuvieron datos satisfactorios que permitieran evaluar el cumplimiento de los límites normados …” Se señala además que, “en el caso de las PM2.5, el SO2 y el CO no fue posible realizar la evaluación en ninguno de los municipios.” (pág 16).

Las partículas PM2.5 100 veces más delgadas que un cabello humano, son altamente peligrosas pues penetran los pulmones, generando efectos negativos en la salud. La contaminación del aire es un factor de riesgo para las enfermedades respiratorias—principal causa de enfermedad en Coahuila--, así como la mortalidad por enfermedades cardiovasculares y cáncer de pulmón. Lo anterior con la pandemia del COVID-19 crea una situación de extremo riesgo.

¿Qué hacer? Primero, instalar al menos seis nuevas estaciones para medir la calidad del aire en el estado y comunicar los resultados a la población a través de los medios de comunicación, ambos aspectos están contemplados en “Pro-Aire”. El problema es que la Secretaría del Medio Ambiente de Coahuila ha venido operando con severas restricciones presupuestales.

En efecto, para el periodo 2011-2019, los recursos que le fueron asignados disminuyeron más de un 87 por ciento a precios constantes, y para el año en curso, su presupuesto representó la décima parte del uno por ciento del presupuesto estatal. En verdad kafkiano. Otra referencia es la siguiente: mientras el servicio de la deuda estatal consumirá recursos por 4 mil 100 millones de pesos, la Secretaría del Medio Ambiente cuenta con 55.6 millones. Las seis estaciones costaban hace unos años 25 millones de pesos; casi la mitad del presupuesto de la dependencia.

De alguna manera se tendrán que canalizar más recursos al cuidado del medio ambiente, pues existen problemas serios como el que afecta a varias colonias de Saltillo, entre las que se encuentran: La Salle, Villa Olímpica, Universidad Norte, Virreyes; tanto Residencial como Obrera, Kiosco y las Brisas. Los vecinos se han quejado de emisiones de partículas metálicas generadas por empresas ubicadas por el rumbo donde se localizó la empresa Cifunsa.

En septiembre del año pasado, el Congreso local pidió a la Secretaría del Medio Ambiente, que colocara temporalmente sus equipos de monitoreo en la zona industrial referida. El punto de acuerdo se aprobó bajo el concepto de urgente y pronta resolución.

La calidad del aire debe ser una prioridad para el gobierno de Coahuila, ya que nuestra salud está en riesgo.