Programa Mundial de Alimentos, líder en la lucha contra el hambre, Premio Nobel de la Paz

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Programa Mundial de Alimentos, líder en la lucha contra el hambre, Premio Nobel de la Paz

La concesión hoy del Premio Nobel de la Paz 2020 al Programa Mundial de Alimentos (PMA) de las Naciones Unidas no solo es un reconocimiento si no también es un recordatorio de que el hambre en el mundo y la falta de paz van unidos y una conmemoración a una organización que se ocupa de cien millones de hambrientos de los casi setecientos que hay en el mundo.

La concesión hoy del Premio Nobel de la Paz 2020 al Programa Mundial de Alimentos de la ONU es un recordatorio de que el hambre en el mundo y la falta de paz van unidos, pero también un reconocimiento a la labor de esta organización que hoy por hoy se ocupa de cien millones de hambrientos de los casi setecientos que hay en el mundo.

El galardón "es un poderoso recordatorio para el mundo de que la paz y el hambre cero van de la mano", señaló esta agencia con sede en Roma, creada en 1961 inicialmente como un programa experimental de tres años, al agradecer al Comité Nobel noruego el premio, que llega el año en que la pandemia de coronavirus agravó el flagelo del hambre.

 

UN RECONOCIMIENTO A LA LABOR DE 19.000 EMPLEADOS

 

Para su director ejecutivo, el estadounidense David Beasley, el premio "es un reconocimiento conmovedor al trabajo del personal del PMA que arriesga su vida todos los días para llevar alimentos y asistencia a cerca de 100 millones de niños, mujeres y hombres hambrientos de todo el mundo".

"Este premio no lo he ganado yo, lo habéis ganado vosotros", decía en Niamey (Níger), donde se encontraba en el momento del anuncio del Nobel, un exultante Beasley, rodeado por su equipo local, antes de bromear: "es la primera vez en mi vida que me dan un premio".

El Nobel de la Paz es "un reconocimiento a los 19.000 empleados que todos los días están sirviendo a mas de cien millones de beneficiarios", declaró a Efe en Roma Gina Casar, subsecretaria general de la ONU para el PMA.

Los trabajadores locales de Turkana llevan bolsas de arroz donado al Programa Mundial de Alimentos (PMA) de las Naciones Unidas por Corea del Sur en un almacén en el campo de refugiados de Kakuma en el condado de Turkana, en el norte de Kenia. Foto: EFE

UNOS 100 MILLONES DE PERSONAS CON HAMBRE SE BENEFICIAN

 

"Estamos en los lugares más difíciles en cuestión de hambre y conflicto en el mundo. Hoy estamos beneficiando a cien millones de personas, pero no es suficiente. Sabemos que hay 690 millones de personas que padecen hambre", señaló Casar.

Recordó la labor que viene haciendo desde hace más de 60 años el PMA, "la agencia humanitaria que más esfuerzo hace por el hambre en el mundo".

"Estamos presentes en más de 80 países que generalmente presentan conflicto, y trabajamos mucho para evitar esta espiral de conflicto-hambre", añadió.

 

LA PANDEMIA DE CORONAVIRUS AGRAVÓ EL FLAGELO DEL HAMBRE

 

La pandemia de Covid 19 supone un nuevo desafío para el PMA, puesto que agravó muchas situaciones de hambre y necesidad.

"Obviamente con la pandemia de Covid tenemos que retomar con mucho mas entusiasmo nuestras labores. En cuanto el virus tocó tierra hemos puesto en marcha una nueva operación de emergencia para dar asistencia de tipo logístico a muchas organizaciones", explicó Casar.

Las familias afganas reciben ayuda alimentaria distribuida por el Programa Mundial de Alimentos (PMA) en Herat, Afganistán. Foto: EFE

"Somos la organización de logística por excelencia y toda la parte de programación ha sufrido un cambio para mejorar nuestras técnicas de llegar a las personas tomando en cuenta que la vida es diferente con el Covid", agregó.

Según esa responsable, "en el año 2021 nuestros beneficiarios necesitarán aun más del PMA".

 

UN PROGRAMA DE ALIMENTACIÓN ESCOLAR

 

Entre los programas que llevan a cabo, la subsecretaria general destacó el de alimentación escolar "que llega hoy por hoy a 18 millones de niños con problemas de desnutrición".

"Tenemos 155 millones de niños que padecen esto y por ello es tan importante nuestra labor", señaló.

 

HAMBRE Y CONFLICTOS VAN UNIDOS

 

En un comunicado, el director ejecutivo, David Beasley, subrayó que "cada uno de los 690 millones de personas que padecen hambre en el mundo de hoy tiene derecho a vivir en paz y sin hambre. Son personas cuyas vidas a menudo se ven brutalmente destrozadas por la inestabilidad, la inseguridad y los conflictos".

Por ello, opinó que "el comité del Nobel noruego centró la atención mundial en ellos y en las devastadoras consecuencias de los conflictos".

"El cambio climático y las presiones económicas han agravado aún más su difícil situación. Y ahora, una pandemia global con su impacto brutal en las economías y comunidades está empujando a millones más al borde de la inanición", agregó.

El PMA trabaja en estrecha colaboración con gobiernos, organizaciones y socios del sector privado, por lo que Beasley agradeció y quiso compartir el mérito con todos ellos.

"No podríamos ayudar a nadie sin ellos. Somos una agencia operativa y el trabajo diario de nuestro personal está impulsado por nuestros valores fundamentales de integridad, humanidad e inclusión", agregó.

El director general de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), QU Dongyu, agradeció a "la comunidad internacional por reconocer la importancia de la seguridad alimentaria".

"Estamos muy orgullosos de haber trabajado durante décadas junto con el PMA, fundado en 1961 como una subsidiaria de la FAO para la asistencia alimentaria, para lograr el objetivo del hambre cero", escribió en twitter el responsable de esta agencia también con sede en Roma. 

El PMA, líder en la lucha contra el hambre

 

El Programa Mundial de Alimentos (PMA por sus siglas en español), la organización humanitaria líder en la lucha contra el hambre en el mundo, con sede en Roma, ha ganado hoy el Nobel de la Paz, un galardón que reconoce la ayuda incansable que aporta cada año a 86.7 millones de personas en 83 de países.

Fundado en 1961, este programa de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) tiene como objetivo primordial distribuir alimentos para apoyar proyectos de desarrollo, refugiados de larga duración y personas desplazadas.

Cada año, distribuye unos 15,000 millones de raciones con un costo estimado por ración de 31 centavos de dólar, una acción con la que este organismo de Naciones Unidas contribuye de forma relevante a mejorar la nutrición y a crear resiliencia en las comunidades de todo el mundo.

 

TRABAJA PARA EVITAR QUE LA PANDEMIA DEL COVID-19 SEA UNA CRISIS DE SEGURIDAD ALIMENTARIA

 

La labor del PMA es fundamental en los últimos meses para ayudar a que las comunidades más afectadas por la pandemia del coronavirus sigan recibiendo la asistencia que necesitan y que esta emergencia sanitaria no se convierta en una crisis de la seguridad alimentaria.

De hecho, el economista jefe del PMA, Arif Husain, señaló recientemente que el PMA "puede contribuir a canalizar" el apoyo continuo que recibe de sus donantes, "ayudando a las sociedades y familias a recuperarse más rápido" después de la pandemia.

El pasado marzo, el PMA hizo un llamamiento para recaudar 350 millones de dólares (unos 296.6 millones de euros al cambio actual) con los que apoyar los servicios de aviación, de envío, almacenamiento y transporte e ingeniería en las áreas afectadas por la pandemia.

 

ES EL PRIMER ORGANISMO QUE LLEGA AL LUGAR DE LA EMERGENCIA

 

Con frecuencia es el primer organismo en llegar al lugar de una emergencia para brindar asistencia alimentaria a las víctimas de guerras, terremotos, inundaciones, sequías, huracanes y otros desastres naturales.

Y después, cuando la emergencia ya se solucionó, el PMA ayuda a las poblaciones de esas zonas a recuperar sus vidas y los medios de sustento que se han visto previamente afectados.

Dispone de 5,600 camiones, 20 barcos y 92 aviones que entregan alimentos y dan asistencia de forma constante a los más necesitados en cualquier rincón del mundo, para ayudarles en los momentos de mayor dificultad.

Está gobernado por una Junta Ejecutiva de 36 miembros y su director ejecutivo desde 2017 es el estadounidense David Beasley.

Tiene su sede en Roma, donde colabora estrechamente con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA).

Pero además, el PMA se asocia con más de 1,000 ONG nacionales e internacionales para ofrecer asistencia alimentaria y acabar con la raíz de las causas del hambre.

IMPLEMENTA PROGRAMAS DE ALIMENTACIÓN ESCOLAR EN TODO EL MUNDO

 

El PMA es la organización humanitaria de mayor tamaño en el mundo que aplica programas de alimentación escolar a nivel global desde hace más de 50 años y cada año entrega alimentos a más de 16 millones de niños en 60 países, especialmente en zonas de difícil acceso.

Su plantilla está formada por más de 17,000 personas en todo el mundo y de estos más del 90 % tienen su base en países donde la agencia provee asistencia.

Se sostiene exclusivamente con fondos obtenidos de donaciones voluntarias: más de 60 gobiernos respaldan los proyectos humanitarios y de desarrollo, pero también recibe aportaciones de empresas y de donantes privados.

En 2018 llegó a recaudar 7,200 millones de dólares (unos 6102.28 millones de euros, al cambio actual) y ese mismo año compró 3.6 millones de toneladas de alimentos.

OBJETIVOS PARA 2030: ERRADICAR EL HAMBRE Y REVITALIZAR ALIANZAS

 

El plan estratégico del PMA 2017-2021 se alinea actualmente con la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible de la ONU y se enfoca principalmente en dos objetivos: en la eliminación total del hambre y en la revitalización de las alianzas globales para implementar estos objetivos de desarrollo sostenible.

Su historia se remonta a 1961, cuando fue concebido inicialmente como un programa experimental de tres años.

Un año después, en 1962, se dieron tres acontecimientos en el mundo que marcaron el devenir del PMA: 12,000 personas fallecieron como consecuencia de un terremoto que sacudió Irán y provocó cuantiosos daños; un tifón arrasó Tailandia, y Argelia, país que había obtenido su independencia, comenzó la repatriación y alimentación de sus más de 5 millones de refugiados de la guerra.

El PMA proporcionó de inmediato asistencia alimentaria y su contribución fue tan indispensable que desde entonces ha seguido ayudando en todo el mundo.