El desempleo y falta de recursos tecnológicos son los principales factores que durante los seis meses de la pandemia provocada por el COVID-19 han contribuido al rezago educativo especial, aunado a la falta de material en el programa nacional Aprende en casa II.

Maestros y maestras de la USAER (Unidad de Servicios de Apoyo a la Educación Regular) de Saltillo y un CAM (Centro de Atención Múltiple) de Torreón, sostienen que al menos el 50 por ciento de sus alumnos no se ha reportado para llevar a cabo sus clases y talleres, pues sus padres no cuentan con los recursos tecnológicos como internet, teléfono inteligente o bien alguna computadora para llevar clases por video llamada.

“A través de videollamadas, por grupos de WhatsApp, llamadas telefónicas y mensajes de audio, es como hemos estado trabajando con los alumnos, aunque es a consideración de cada maestro el tiempo y la plataforma en la que lo hace. Personalmente y en ocasiones muy específicas he llevado material educativo a alguno de sus domicilios”, narra un maestro de uno de los CAM en Torreón.

El docente señala que da seguimiento a su grupo a través de WhatsApp, en donde comparten los ejercicios y tareas realizadas en los cuadernillos que él mismo elaboró.

Sin embargo, ambos docentes coinciden en que las vías remotas no logran captar la atención de los alumnos y los padres no siempre pueden estar pendientes en las clases vivo.

Asimismo, los maestros señalan que la falta de empleo de los jefes de familia que fueron despedidos al inicio de la pandemia, aunado a la fatiga y al estrés, merma el rendimiento de los alumnos, pues sus padres no les brindan la atención que el sector demanda.

Otra de las grandes limitantes a las que se enfrentan los maestros de educación Especial, es que no existe material pedagógico pensado para este sector con necesidades educativas especiales.

Cada especialista está, según Suárez, envía las actividades que cree necesarias, a los niños, porque ahorita las evaluaciones que se hicieron a inicio de ciclo están inconclusas”, señaló Diana, maestra de Comunicación de la USAER en Saltillo