Becas Benito Juárez, con corrupción, incongruencias, y sin transparencia: SFP

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Becas Benito Juárez, con corrupción, incongruencias, y sin transparencia: SFP

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Reporte de la SFP resalta posible corrupción con daño al erario, inconsistencias en otorgamiento de becas y nula evaluación sobre combate a la deserción escolar

Posibles actos de corrupción, incongruencias, sin transparencia, "información poco confiable" en los padrones de alumnos de educación inicial, básica (primaria o secundaria) y de educación media superior, así como manuales de operación basados en la administración de Enrique Peña Nieto, son parte de las múltiples inconsistencias en las Becas Benito Juárez que detectó la Secretaría de la Función Pública (SFP).

De acuerdo con la auditoría 2/2020 realizada a la "Coordinación Nacional de Becas para el Bienestar Benito Juárez", existe un "inadecuado control interno para la emisión de cifras del indicador de cobertura y de los informes trimestrales", ya que la documentación que se solicita para tener derecho al dinero, no garantiza que las personas que lo reciben sean estudiantes o se destine a alumnos que en verdad lo necesiten.

Sólo en 2019 las Becas Benito Juárez, programa estrella del presidente Andrés Manuel López Obrador con el que busca acabar la deserción escolar, apoyar a los más necesitados, así como alejar a los jóvenes del crimen organizado, tuvo un presupuesto de 20 mil 691 millones 584 mil 630 pesos.

Al entregar los resultados de la auditoría, la SFP emitió cinco recomendaciones por las diversas anomalías que hay en el programa. La primera de ellas, son las "Inconsistencias en la emisión y publicación de convocatorias y registro de solicitudes del programa con las reglas de operación de PROSPERA, Programa de Inclusión Social, para el ejercicio fiscal 2019".

Al enlistar las múltiples irregularidades, la SFP detectó que el programa carece de la "aplicación de estudios socioeconómicos" para el ingreso y permanencia de los beneficiarios, así como de las características socioeconómicas y demográficas de las familias.

El ente auditado no demuestra mecanismos confiables que permita registrar y verificar la información generada por las familias, así como el registro de cuántas familias presentaron su registro de inscripción, cuantas fueron atendidas, cuantas no fueron atendidas ya cuantas se les brindó asesoría

Las repercusiones en la falta de estudios para acceder al programa, menciona la SFP en el informe, origina que la Coordinación Nacional de Becas para el Bienestar Benito Juárez, no tenga los elementos necesarios que permitan alcanzar el logro de las metas y objetivos del Programa que puso en marcha el presidente.

Información poco confiable y falta de calidad en las actividades desempeñadas, propiciando con ello posibles actos de corrupción, lo que puede ocasionar un posible daño al erario federal.

El segundo punto es el "inadecuado control interno para la emisión de cifras del indicador de cobertura y de los informes trimestrales", lo que originó que existan dos padrones de beneficiarios en el nivel de estudios básico (primaria y secundaria) del año pasado. El primero de ellos es integrado por tres millones 727 mil 454 personas, cifra reportada en el "4to Informe Trimestral 2019". El segundo es de tres millones 686 mil 728 beneficiarios, según la "Base de datos (fams s072 2019.sav)".

Asimismo, de las cifras proporcionadas en los informes trimestrales y la base de datos de los resultados del indicador, se identificó que existe falta de control en el manejo de la información, generándose incongruencias en las cifras reportadas por parte del ente auditado. Por lo que las cifras proporcionadas son inconsistentes en cuanto a la cobertura del número de familias beneficiarias de educación básica.

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SE LES "OLVIDÓ" PEDIR COMPROBANTES DE ESTUDIOS

La tercera recomendación hecha a la Coordinación Nacional de Becas para el Bienestar Benito Juárez, fue por el "Inadecuado control en la conformación del padrón de beneficiarios del programa S072 Prospera, Programa de Inclusión Social".

De acuerdo con la SFP, para acceder al "apoyo social", el programa sólo pide requisitos mínimos a los padres o tutores, así como a los beneficiarios. Para los padres: nombre y apellidos, Clave Única de Registro de Población (CURP) su número de identificación, "ID de integrante del tutor", nombre y clave del municipio y entidad donde habitan.

El informe especifica que los pocos requisitos que se piden, limita el identificar el número de estudiantes en educación inicial, básica (primaria o secundaria), o en educación media superior, así como el total de estudiantes inscritos en sexto de primaria y el total de inscritos a primero de secundaria.

De lo anterior se desprende que, en el padrón de 2019, se debieron incluir otros rubros de información, con el fin de poder medir eficazmente el cumplimiento de las metas y objetivos del programa, y con el fin de mantener un mejor control del padrón del 2019

Ante poca confiabilidad en el padrón de beneficiarios, la SFP instó a la Coordinación del Programa a solicitar "grado escolar de los becarios, nivel escolar (inicial, primaria, secundaria, etc.). Indicación de que los becarios cambiaron de grado escolar en el ejercicio 2019. Si la inscripción del becario fue validada por la Secretaría de Educación Pública (SEP)".

¿Se combate la deserción escolar?

La cuarta recomendación a las Becas Benito Juárez detalla las "deficiencias en la evaluación de la contribución del programa en la reducción del abandono escolar de los estudiantes de educación básica que recibieron alguna beca del programa".

El análisis hecho por la SFP asegura que la Coordinación de las Becas, no cuenta con datos confiables que permitan conocer si la entrega de dinero a los "alumnos", de primaria y secundaria, combata la deserción escolar.

La información con la que cuanta la Coordinación Nacional de Becas para el Bienestar Benito Juárez para asegurar que el programa ha originado una transformación escolar a través del fomento al estudio, se basa en dos bases de datos de los ciclos escolares 2017-2018 y 2019, y en no es registros de campo.

El área auditada informó que el cálculo se realizó con el número de becarios en primaria y secundaria en el ciclo escolar 2018-2019, entre el número de becarios en primaria y secundaria en el ciclo escolar 2017-2018, así mismo, indicaron el motivo por el cual se usaron estos datos y no los plasmados originalmente para el cálculo de este indicador; y cuál fue el criterio que usó para identificar que éstos menores se encontraban en educación básica y su permanencia en el sistema educativo, sin embargo, no proporcionaron la documentación soporte de los datos que integran las cifras de control que mencionan en sus reportes de resultados de este tema (bases de datos trabajadas con la información de los becarios tomados en cuenta para este cálculo)

Las inconsistencias, según la SFP denotan debilidades en el manejo y resguardo de documentación, así como el no hacer un cálculo para conocer el impacto que tiene el programa en la educación del país.

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