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De talla normal
Los grandes cambios de la historia en campos como la filosofía, literatura, arte y la ciencia, han sido en mucho posibles gracias al talento de hombres y mujeres sin los cuales, hoy sería imposible nuestra visión del mundo actual y hasta futuro. La huella de personajes como Jesús de Nazaret, Alejandro Magno, Mahatma Gandhi, Karl Marx, Martin Luther King Jr., Albert Einstein, Marie Curie, León Tolstoi, Charles Baudelaire, Lope de Vega, Edgar Allan Poe, Oscar Wilde y Pablo Picasso por citar algunos, está ahí siempre presente. Todos fueron personas normales como usted y como yo, con virtudes y defectos, con deseos y pasiones, seres que cometieron errores, pecados y hasta delitos.
Alejandro Magno, el hombre que conquistó la mitad del mundo conocido hasta entonces, llevó una relación que algunos consideraban “extraña” con su amigo y compañero de armas Hefestión, de quien se asegura fue su amante. Antiguos textos describen a Jesús de Nazaret, como un hombre lleno de dudas, miedos y temores. Un ser humano con una relación más que filial con María de Magdala, que nada tendría de escandalosa a no ser por la insistencia de algunos historiadores en darle un sentido divino a su vida. Mahatma Gandhi, el hombre que con un discurso de paz liberó del yugo inglés a millones de indios, era la misma persona que en sus últimos años gustaba dormir desnudo con jovencitas menores de edad pues quería aprender a contener “su deseo carnal”. Ahí está documentada su relación con la joven Manu, de escasos 18 años.
Karl Marx, el hombre que inspiró a millones acerca de que un mundo más justo e igualitario era posible, tuvo un hijo fuera de matrimonio con Helene Demuth, trabajadora doméstica en su hogar y ante el escándalo, el filósofo alemán pidió a su compañero Friedrich Engels, culparse por el hecho. Martin Luther King Jr., el incansable luchador de los derechos civiles de la raza afroamericana en Estados Unidos, un país en donde les negaban (niegan) la dignidad y el respeto como personas y como pueblo, se vio envuelto en escándalos sexuales y actos de perversión con jovencitas.
El escritor francés Charles Baudelaire, autor de “Las Flores del Mal”, dilapidó talento y fortuna en burdeles, alcohol y drogas. Lope de Vega, escritor español, con frecuencia se vio envuelto en asuntos legales por sostener relaciones sexuales fuera de matrimonio. El ruso León Tolstoi, autor de algunas de las grandes obras de la literatura universal como “Guerra y Paz” y “Ana Karenina”, sostenía relaciones con menores de edad y el mismo escribió en su diario: “Las jóvenes me han llevado por el mal camino”.
El escritor inglés Oscar Wilde, fue acusado de sodomizar al joven poeta Alfred Douglas, hijo de John Sholto Douglas, Marqués de Queensberry, un proceso que lo mantuvo por dos años en la cárcel. El afamado escritor de historias de terror Edgar Allan Poe, aterrorizó si, pero a la sociedad de Boston cuando se casó con su prima Virginia Eliza Clemm, una jovencita de apenas 13 años de edad, por quien Poe decía sentir “una pasión desmedida”. Pablo Picasso, el pintor del “Guernica” que cuelga sobre los muros del Reina Sofía en Madrid, fue acusado de bisexual, psicópata y sádico. Las pruebas se cuentan por cientos.
El gran físico inglés Isaac Newton, el más grande hombre de ciencia de la historia, hubo de enfrentar la sospecha de plagio de la invención del cálculo infinitesimal que Gottfried Leibniz reclamaba haber inventado.
Sobre Albert Einstein pesaban acusaciones de mal padre, mal esposo y de no dar el mérito científico a su primera esposa Mileva Marić sobre sus principales teorías en la física. Marie Curie, la única mujer en ganar un premio Nobel de Química y Física, sostuvo una relación considerada como prohibida con Paul Langevin, mucho más joven que ella y además casado.
Todos fueron seres de carne y hueso pero con una única y gran diferencia: Nosotros nos equivocamos igual o peor que ellos, pero sin sus aportaciones, sus obras y sus pensamientos, que los han elevado por encima de usted y de mi, simples mortales. Sus errores y sus pecados no lograron ensombrecer su grandeza. Por eso no me canso de repetirlo: Son estos tiempos prosaicos para nosotros, hombres y mujeres de talla normal.
@marcosduranf