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Reabren los museos del INBAL, pero muy poco público acude a ellos
CIUDAD DE MÉXICO.- Historias similares a las que se han vivido en otros museos de México y el mundo relataron ayer algunos visitantes a los tres primeros espacios de la red de museos del Instituto Nacional de Bellas Artes que reabrieron tras cinco meses de cierre por la pandemia de COVID-19: los museos Rufino Tamayo, de Arte Moderno y la Sala de Arte Público Siqueiros.
“Estos meses de encierro lo que nos han enseñado es que nada como la música, la cultura, el arte para ayudarnos a pasar la vida, porque si no, uno se empieza a volver loco. Es increíble que estemos más preocupados porque abran centros comerciales y cines, antes que los museos”, dijo Elizabeth López, una de las primeras visitantes al Tamayo. Ella recorrió con sus dos hijos las salas; los tres, en todo momento, con cubrebocas, gel y toallitas y tras haberse dejado tomar la temperatura a la entrada, pasar por el tapete desinfectante y usar un tanto de gel. “Desgraciadamente —y a la vez una ventaja— la gente no viene a los museos y pues aquí estamos conservando la sana distancia todos, en menor riesgo”.
“Me escapé al museo, era imprescindible que ya abrieran —comentó otra visitante y se refirió a cómo encontró el museo—. Está perfecto: todo mundo con cubrebocas, como debe ser”.
Fueron 58 las personas que llegaron ayer al Museo Tamayo, el Museo de Arte Moderno recibió a 44 y a la Sala Siqueiros ingresaron 37, de acuerdo información del INBAL. El aforo programado para el Tamayo y el MAM, por cuestiones de la pandemia, es de 168 personas al día, en cada caso, cifra que equivale más o menos a 30% del público que habitualmente llega a estos espacios.
Andrea recorrió los dos museos con su amiga Marlen, y justo al terminar de caminar por las salas del MAM reconoció que no disfrutó tanto porque esperaba encontrarse con mucha gente; hacia las 13 horas, a cada museo no habían llegado más de 20 personas. “Es padrísimo convivir otra vez con el museo, pero es como rara esta nueva normalidad. Salir es bueno después de tanto tiempo, pero sólo tienes 40 minutos para revisar el museo”.
Qué viene
En estos tres recintos del INBAL se puso a prueba lo que vendrá para los demás museos públicos, federales, en los próximos meses. El personal a la entrada y en salas fue estricto en la aplicación de los protocolos que se diseñaron para cada recinto. Se pudo ver en todos el apremio para que los visitantes avancen en una sola dirección, conserven distancia, no usen guardarropa, no estén en el museo por más de 45 minutos y tomen la salida programada que es diferente a la de la puerta de ingreso. Cada museo tiene detalles diferentes; además de lo descrito, por ejemplo las salas del Tamayo indican cuántos espectadores pueden estar en cada una al mismo tiempo, o en el MAM hay códigos QR para obtener la información sobre la muestra y evitar usar impresos.
En la apertura de estos tres museos estuvieron a la entrada de cada uno los directores; incluso estuvo la directora del Instituto Nacional de Bellas Artes, Lucina Jiménez, quien dijo a los medios que aunque se tienen contemplados cuándo y cuáles museos abrirán, lo que suceda con estos que ayer reabrieron determinará lo que venga. También será un medidor, sin duda, para los otros espacios culturales.
Cuestionada acerca de la reapertura de espacios, respondió que ha sido un proceso “pausado, gradual y con responsabilidad”, y que el siguiente paso dependerá de lo que aquí pase.
“Estos tres los abrimos porque eran los que tenían las mejores condiciones: espacios más abiertos, están en medio del bosque, tienen la posibilidad de tener áreas muy ordenadas. Lo que nos digan éstos nos permitirá abrir los otros; los tenemos definidos y tenemos fechas tentativas, pero sí queremos observar primero”.
La directora del INBAL detalló que Bellas Artes tiene 12 protocolos para recintos, agrupaciones e inmuebles. El mayor de los protocolos es para el propio Palacio de Bellas Artes, que no abrirá de forma total sino gradual; otros protocolos son para museos del Centro Histórico, organizados en dos grupos diferentes, museos de Coyoacán y el sur; montajes de exposiciones; archivos y bibliotecas; teatros, otras compañías artísticas y escuelas.
Con relación a todos los recintos del INBAL comentó que se van a abrir por etapas: “Museos por bloques, de acuerdo con la distribución en la ciudad; teatros de acuerdo al semáforo; agrupaciones artísticas, hasta semáforo verde y de acuerdo a la naturaleza de cada agrupación —en algunos casos habrá grabaciones sin público y para streaming—; escuelas con semáforo verde”.
La funcionaria añadió que no todos regresarán en octubre: “En octubre calcularíamos que pudiera estar la mayor parte, pero algunas agrupaciones artísticas, por la naturaleza de su trabajo, requieren otro tiempo”.
En la conversación también comentó que precisamente ha sido acerca del manejo de las agrupaciones musicales donde más investigación se ha hecho para prevenir contagios que podrían presentarse. De acuerdo con Jiménez, los protocolos se trabajaron con el Comité de Higiene y Seguridad.