La pandemia de COVID-19 ha golpeado a todo el mundo en diversos sectores. En México, al igual que otros países, la crisis económica derivada de la contingencia sanitaria ha traído graves consecuencias como el desempleo, y por ende la reducción de ingresos en los hogares, lo que a su vez acrecienta la pobreza. 

Expertos financieros han declarado que el coronavirus impactó a una economía mexicana debilitada, por lo que sus estragos han sido más profundos. La tradicional desaceleración en el primer año de cada sexenio se agudizó por el cierre de establecimientos, suspensión temporal o definitiva de empleos y la disminución de ingresos.  

Al cierre del año pasado las expectativas de crecimiento económico para el 2020 emitido por especialistas del sector privado eran del 1.1 por ciento, pero para marzo de este año cuando se veía venir el impacto económico, ya se encontraban con números negativos en -3.5 por ciento.  

Según prevé el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), la pandemia provocará que la población que en 2018 no era pobre ni vulnerable, tenga afectaciones que los lleve a encontrarse en alguna de estas condiciones durante los próximos meses. 

En otra de las estimaciones de Coneval, se desglosa que el total de personas en situación de pobreza por ingresos podría incrementarse entre 7.2 y 7.9%, es decir, entre 8.9 y 9.8 millones de personas. 

Por otro lado, el número total de personas en situación de pobreza extrema -considerados como aquellos a los que cuyo ingreso les es insuficiente para adquirir una canasta básica alimentaria- se incrementaría entre 4.9 y 8.5%, lo que se traduce entre 6.1 y 10.7 millones de personas.

Muertes por COVID-19 afecta al sector productivo

De acuerdo a cifras proporcionadas por la Secretaría de Salud federal con corte al 25 de julio, el 42.42% de los fallecidos por coronavirus tenían entre 18 y 59 años, lo que representa una edad productiva. Del porcentaje anterior, 29.5% eran hombres y 13.7% mujeres. 

Con el 57.23%, los adultos mayores son el grupo más afectado por muertes a causa del virus, superando al sector más joven de la sociedad por solo el 14%. 

La pérdida de empleos azota al país 

Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en México una de las afectaciones por la pandemia de coronavirus es la disminución de ingresos en el 46% de la población laboral, además de 11.9 millones de personas que no encuentren o se queden temporalmente sin empleo.  

De acuerdo a la Encuesta Telefónica sobre COVID-19 y Mercado Laboral (ECOVID-ML), diseñada por el Inegi para recopilar información básica sobre el efecto de la contingencia sanitaria en el mercado laboral, del 11.9 millones de personas, 7.8 se ausentaron o fueron suspendidos temporalmente de sus empleos a causa del virus. 

Otro de los datos muestra que de los 7.8 millones de desempleadas, más de tres millones de ellos confía en recuperar su trabajo una vez pasada la contingencia. 

La misma encuesta reveló que de los 32.9 millones de personas empleadas en México, el 46.1% vio disminuido su sueldo y solo el 5% recibió apoyo del gobierno. En tanto, de los 32.9 millones de personas ocupadas, el 44.2% está recibiendo un pago parcial, el 38.5% percibe el pago completo y el 17.3% dejó de recibirlo. 

En el entorno de trabajadores independientes, de los 8.4 millones que se contabilizan en el país, el 41.2% reportó afectaciones a sus ingresos por falta de clientes.  

La recuperación económica es incierta 

El Banco de México (Banxico) advirtió que la recuperación económica sería lenta y en forma de “U”. En una junta de gobierno, algunos integrantes del órgano colegiado de Banxico comentaron sobre la falta de un enfoque de política balanceado, particularmente en el frente fiscal, para impulsar la recuperación. 

La mayoría de los miembros de la junta de gobierno del banco central, coincidió en que el balance de riesgos para el crecimiento se mantiene significativamente sesgado a la baja; uno destacó el riesgo de un nuevo brote del COVID-19.

En tanto que otro alertó que ello podría ocasionar problemas financieros y de solvencia. Otro de los temas abordados fue que en los primeros cinco meses del año, se perdieron cerca de un millón de puestos de trabajo registrados en el IMSS y que los retiros por desempleo de las cuentas individuales de las Afores alcanzaron su máximo histórico.

Diversos analistas financieros y especialistas en el tema coinciden en que el restablecimiento económico de México depende de muchos factores y no se contempla que pueda darse rápidamente. 

Luis Ernesto Derbez Bautista, exsecretario de Economía y de Relaciones Exteriores, actual rector de la Universidad de las Américas en Puebla, señaló que la recuperación económica después de la pandemia se dará hasta dentro de tres o cuatro años. 

El exfuncionario federal destacó que la crisis actual no es similar a la de 1994 o la del 2009, porque ahora se trata de una contracción mundial negativa equivalente a una pérdida de entre 3.4 y 4 billones de dólares. Derbez Bautista fue claro al decir que “ni el T-MEC será la salvación para México. 

También hizo hincapié en que la cadena productiva está debilitada, no existe confianza para los inversionistas, las importaciones y exportaciones también reportan bajas históricas y reprobó la falta de apoyo por parte del gobierno federal a las MiPyMes.